Como cada año, las protestas del 2 de octubre por la matanza en la plaza de Las Tres Culturas se salen de control por infiltración de anarquistas, que incendiaron un módulo del metro Tlatelolco y saquearon varias tiendas, rompieron cristales y robaron mercancías en el derrotero de la marcha.
Previo al inicio de la marcha, cientos de estudiantes y manifestantes de diversos contingentes se congregaron en la estación Tlatelolco del Sistema de Transporte Colectivo (SCT) Metro de Ciudad de México, dejando las consabidas pintas e incluso la quema de una taquilla.
Hasta el momento se reporta como “conato de incendio” al interior de la estación porque se lanzaron petardos y bombas molotov, situación que fue atendida por elementos de Protección Civil capitalinos; al final, sólo fueron pérdidas materiales.
Como cada año, durante la marcha en la que participan, en su mayoría estudiantes, se repiten las mismas consignas desde hace años: “Ni perdón, ni olvido” y “Dos de octubre no se olvida”, son las dos principales que se corean durante todo el derrotero.
Pese a que la mayoría de negocios en la calle 5 de Mayo ─y varias aledañas─ decidieron cubrirse con mamparas de madera y metal, para evitar destrozos y afectaciones, hubo quienes se aventuraron y pagaron las consecuencias.
Un grupo de anarquistas encapuchados, vestidos de negro y cargando aerosoles y martillos, realizó destrozos en una tienda para no pagar botellas de agua, aunque al final se reportó el saqueo de varias mercancías.
En la marcha hay integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pero también, y superando el supuesto “cinturón de seguridad”, decenas de grupos de anarquistas y desadaptados infiltrados, como también ocurre cada año.
Además: En Cancún ya se olvidó; solo unas 30 personas acudieron al evento del 2 de octubre
Hasta las 18:30 no se había detenido a nadie y el contingente arribó sin mayores incidentes hasta el Zócalo de Ciudad de México. Como dato anecdótico, en la plaza de Las Tres Culturas se guardó un minuto de silencio por los estudiantes masacrados en 1968.
