“Roberto Borge se ha dedicado a atender todos los problemas”, así lo declaraba el entonces priista Gabriel Mendicuti, cuando era el jefe de campaña del hoy encarcelado Roberto Borge. Ambos compartieron la experiencia de estar tras las rejas más no en la misma celda.
Gabriel Mendicuti no ha innovado y en la actual contienda es la muestra más clara del viejo PRI: mítines con gente acarreada, mientras más mejor pues “hay que mostrar músculo”, no importa que no sepan ni como se llama el candidato; acuerdos con líderes de taxistas, mototaxistas y lideresas de colonia para mover a sus agremiados, de lo contrario les retiran el apoyo, batucadas escandalosas que te revientan los tímpanos y discursos acartonados promoviendo un “cambio” que nunca llega.
Gabriel Mendicuti sólo cambió de color: de rojo PRI a rosa Fuerza X México. El nuevo instituto político no es más que una mapachería disfrazada de rosa.
Lejos de proponer nuevos cuadros con ciudadanos destacados que sean reconocidos, Fuerza X México apuesta por reciclar personajes con oscuro pasado, relacionados con despojo, corrupción y desvío de recursos. El PRI hoy es rosa.