Tulum, Mx.- Por definición, el cacicazgo “fue una estrategia institucionalizada por la monarquía española, durante la época colonial, para garantizar la lealtad de los indígenas nobles, para apropiarse de las nuevas formas de vida impuestas por los conquistadores”.
Hay grupos en Tulum que operan así, como cacicazgos, aferrándose al poder y pretendiendo estar como rémoras adheridas a cada administración.
Estos cacicazgos están plenamente identificados por los ciudadanos, saben quienes son, saben que solo trabajan para sus intereses personales y están hartos de ellos.
Las personas que encabezan estos cacicazgos olvidan que ya no vivimos bajo el yugo español, que en Tulum hay una democracia y es el pueblo el que decide.
Tanta es la ambición y enfermedad por el poder de estas personas, que buscan organizar un bloque opositor para no perder privilegios. Saben que Tulum está cambiando, que hoy Tulum va en orden y que ese rumbo podría continuar durante un trienio más.
Antes combatían entre ellos por porciones del poder, ahora saben que llevan las de perder ante una administración transparente, donde los recursos son invitados por y para el pueblo.
Los cacicazgos están desesperados, pero ya no son bienvenidos den Tulum. A la gente ya no le importan si son poderosos ejidatarios, si han vivido en la nómina municipal por 15 años o más, si son familiares de poderosos funcionaros, hoy Tulum está cambiando.