Todo proceso lleva un largo camino desde que se inicia hasta que se comienzan a ver resultados. No hay fórmulas mágicas, los objetivos se alcanzan trabajando de manera incansable y entonces será cuestión de tiempo que se puedan ver mejoras.
Y así ocurre en muchos aspectos de la vida. Pero el gran error es cuando a mitad de un proceso hay quien considera que es bueno buscar un cambio, sin pensar que esa decisión puede implicar desechar lo que se ha avanzado y prácticamente empezar de cero.
Por ende, los resultados tardarán más en llegar.
Óscar Montes de Oca Rosales ha cumplido con su labor al frente de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo. Y para que se puedan lograr más resultados sería importante que el proceso que comenzó con su nombramiento pudiera continuar.
El cambio que algunas voces piden implicaría que los avances que ha obtenido la Fiscalía de Quintana Roo bajo el mando del fiscal Montes de Oca Rosales queden prácticamente sepultados.
Quieren reinventar a la Fiscalía y romper el proceso. Y veamos por qué no sería buena idea.
Se suele comparar a Yucatán con Quintana Roo, diciendo que el estado vecino es el más seguro de México. Pero como ya se señalaba, esto no es gratuito, es respuesta de un proceso al que le han dado continuidad, en el que los funcionarios se han mantenido en su cargo y por ello han ofrecido resultados que satisfacen a la ciudadanía.
Es evidente que la Fiscalía de Quintana Roo ha ido mostrando resultados. No por nada es de las instituciones que prácticamente cada semana es resaltada en la mañanera por su trabajo. Las detenciones logradas, las vinculaciones a proceso, las sentencias contra los delincuentes, sus trabajos de inteligencia.
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Además Óscar Montes de Oca Rosales es un fiscal que es externo, no tiene compromisos con nadie, no le debe nada a algún político ni a ningún partido. Cubre el perfil que se requiere en Quintana Roo para estar al frente de la dependencia. Y además como muestra están todos los objetivos alcanzados durante el tiempo que ha permanecido en la FGE.
Hay que recordar que el periodo del actual fiscal concluye hasta el 11 de diciembre del 2027, pues fue nombrado por nueve años. Y está dispuesto a cumplir con su encomienda y seguir mostrando resultados.
El cambio esta vez sería un retroceso, no un avance. Lo mejor por ahora para Quintana Roo es dejar que el proceso en la Fiscalía continúe.