La gente de Cancún se quejaba constantemente de las acciones de los integrantes del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”. Denunciaban desde malos tratos y abusos contra los pasajeros hasta hechos violentos y delitos con los que supuestamente estaban vinculados diversos choferes.
Era un secreto a voces que integrantes del sindicato, incluidos algunos de sus dirigentes, estaban relacionados con la delincuencia organizada, pero por alguna u otra razón esos presuntos nexos nunca eran investigados por las autoridades en turno.
En los últimos años, además de las detenciones ocasionales de choferes y “martillos” de Cancún que presuntamente estaban vinculados con robos, narcomenudeo, levantones, extorsiones, abuso sexual y otros delitos, era común encontrar videos en redes sociales en los que veía a los taxistas agredir a conductores de plataformas digitales e incluso a turistas.
Por todo lo anterior, los ciudadanos de Cancún exigían a las autoridades que tomaran cartas en el asunto, pues además de generar un clima de inseguridad se dejaba por los suelos la imagen del principal destino turístico de América Latina.
Y el día finalmente llegó. La Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo, por petición de la gobernadora Mara Lezama, decidió investigar a fondo el asesinato de José Luis Corral, quien fuera jefe de Diseño del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”. Este hombre fue secuestrado el 21 de octubre y apareció asesinado el 25 del mismo mes.
Al darse inicio a las investigaciones, el trabajo de campo arrojó los primeros resultados. Salomón “N” alias “Mafer”, dirigente interino del sindicato y algunos de sus colaboradores cercanos aparecían como los principales sospechosos de este crimen. Se les señalaba por ser tanto los autores intelectuales como materiales.
El móvil del asesinato según las investugaciones de las autoridades es que el jefe de Diseño y excolaborador del anterior dirigente del sindicato no quiso involucrarse en las supuestas actividades delictivas, por lo que los dirigentes habrían acordado “hacerlo a un lado”.
Al momento van cinco detenidos por estar presuntamente relacionados con el asesinato de José Luis Corral pero también con la muerte de dos choferes del sindicato de taxistas de Cancún y que habrían sido torturados en las propias instalaciones del gremio.
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Con todas estas acciones, queda claro que al gobierno de Mara Lezama no le tiembla la mano y que ha decidido poner un hasta aquí a las irregularidades y atropellos de un gremio que ha sido señalado en múltiples ocasiones de sus presuntos nexos con la delincuencia.
Amenazaban lo mismo a ciudadanos que a políticos con su poderío económico, diciendo que ellos tenían mucho dinero, que quitaban y ponían gobernantes y que por eso eran intocables.
Pero ahora las cosas han cambiado en Cancún y Quintana Roo. Y el sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo” tiene la oportunidad de refundarse, reinventarse y dejar atrás sus presuntos nexos con la delincuencia organizada.