Por Rocío Martínez Preciado
Hoy al despertar, vino a mi mente: ¿Cómo se ve a Rocío así misma? ¿Qué desea en la vida? Camine hacia el jardín a una cuadra de mi casa, me senté en el pasto contemple los bellos arboles y la tranquilad del lugar. Y contemplando flores los pájaros y sus cantos en este lugar tan apacible, deseo analizarme, autocriticarme y valorarme. Comenzare con mis defectos: Rocío es una mujer que se entromete en la vida de los demás a su alrededor, creyendo y pensando podrá resolver sus situaciones. Es una mujer que no se cuida no le importa su salud arriesgando a cargar a veces peso físico cuando su columna operada y dañada le prohíben hacerlo. O como no preocuparse que debe dormir bien, indicaciones para la Epilepsia que presenta. Es una mujer que permite a veces la dañen emocionalmente con críticas o envidias hacia ella. Es una mujer que su soberbia le hace creer que en este momento, no se encuentra más defectos.
Me sigo preguntando en mi interior ¡Vamos Rocío! ¿Cómo eres? Soy también una mujer que mi sensibilidad tan grande me pide con razón o sin razón a querer ayudar o apoyar e impulsar a la gente de mí alrededor. Aunque a veces interiormente debido a las situaciones de ellas se me rompe el corazón. O también cuando Rocío se acerca a los albergues de alcohólicos donde va hacer oración, o en el hogar de niños huérfanos. Y en su labor de Los Planes de Alonso. El acariar y besar al enfermo y los ancianos y decirle lo grande que son. Esas cosas me hacen olvidar que puede afectar a mi Epilepsia porque mueve algo grande e interno pero cuando levanto mi vista y admiro ese cielo azul con sus nubes que asemejan a algodón busco e imagino formas y siluetas que distraen mis pensamientos “Admiro el bosque y la frescura de su sombra”.
“Admiro el sol y su calor día a día aunque a veces escucho quejas como ayer una señora dijo: “Que triste y nublado esta el día” Yo respondí: Está así porque desea lo ilumines con tu alegría y sonrisas.
“Admiro” la grandeza e inmensidad del mar el que me hace saber que yo soy tan pequeña como un granito de arena, pero que debo crecer, en lo amargo o dulce que me depare la vida. Para poder llegar a lograr “Ser una gran roca con la que choquen las olas del mar y no le pasen nada”
“Admiro” la valentía y ejemplo de dos personas que marcaron mi vida. Mi madre que aún enferma siempre luchando y dando alegría a los demás. A mi pequeño y gigante hijo Alonso quien me demostró el verdadero valor a la vida con ese cáncer que lo comía por dentro en su cuerpo pero que él a cambio, se comía al mundo con su risa y alegría.
Y él aún me sostiene, me inspira me da fuerza, como él la tuvo a salir adelante a tratar de transformar ahora mi dolor con entereza a situaciones difíciles convertirlas a positivas.
No me apena hablar de mí, de Rocío porque Dios nos ha hecho a su imagen y semejanza “Y Dios no hace basura”.
Se fue ya esa Rocío que ha tropezado mucho en la vida y a veces los golpes han sido fuertes pero también “admiro mi valentía ante ellos”, “admiro” la lucha, ilusiones y esperanzas que son día a día mi motor y me dan energía a seguir adelante a recorrer y caminar. Mucho, mucho. Llevando conmigo mis planes, anhelos y metas. Con una gran alegría a la vida y saber que debo amarme a mi misma no permitiendo que me lastime nadie. Porque comprendí y entendí que yo también tengo importantes necesidades afectivas. Esa mujer que existe en mi desea que así como yo abrazo a quien lo necesita. Que me abrasen y pueda refugiarme en unos brazos queme proporcionen su calor, su Amor, Confianza y Seguridad sin condiciones. Porque el amor no condiciona y hacerme sentir la más afortunada voy a luchar también por encontrar ese amor que me nutra. La vida me ha dado, me ha quitado y aun sigo en pie con los brazos extendidos, con la sonrisa en mi rostro. Por último, “admiro”, la mujer que hay dentro y fuera porque aunque aparezcan arrugas en mi piel y cansancio en mi cuerpo. Rocío está consiente que la belleza física y externa se acaba, termina. Pero la belleza interna seguirá floreciendo y cubrirá esas arrugas con la riqueza del interior.
“Admiro” esa mujer que con su palabra y su forma de decirlas cosas y compartir al que la escucha que los ojos son “Espejos y transparencia del alma”. Y que en su caminar en la vida ni una columna operada dos veces ni la Epilepsia, ni la Trombolia Pulmonar que sufrió la detendrán porque: “Derrumbara barreras y obstáculos”
Gracias mi Dios y padre por darme la vida.
Tú, mujer o hombre escribe tu historia. Deja plasmado Tu camino porque eres una persona “Increíble” con defectos o virtudes. Mientras estés vivo. Siéntete vivo. Como decía la Madre Teresa de Calcuta: Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en Ti. Haz que en vez de lastima te tengan respeto. Cuando no puedas trotar, “Camina” cuando no puedas caminar usa el bastón “Pero nunca te detengas”
¡Rocío Sonríe” ya que la vida te dio un gran regalo “Tu vida”.
Estimado lector: Aunque el triunfo te abandone. Aunque el error te lastime. Aunque una traición te hiera. Aunque el dolor queme tus ojos. Aunque una ilusión se apague. Aunque ignoren tus esfuerzos. Aunque la ingratitud sea la paga. Aunque la incomprensión corte tus risas. Aunque todo parezca nada. ¡Sonríe y vuelve a empezar!
Dios por delante.
rociomartinezpreciado@hotmail.com
