Historia.- José Tostado, un joven futbolista profesional, quien había sido Campeón del Mundo y llegó a Tigres para buscar una oportunidad en primera división, pero el pasado de su familia se interpuso en su camino opacando sus sueños.
Y es en 2012, cuando se da a conocer una impresionante noticia, de que el padre de un jugador de Tigres había sido detenido en Jalisco, señalado de liderar una banda de secuestradores en Sinaloa y Durango de 2000 a 2003, esta información opacó al futbol para centrar de nuevo la atención en un tema de inseguridad.
La información corrió de inmediato. Se trataba de Pablo Tostado Zamudio, padre de José Tostado Gastelum, futbolista campeón mundial con la Sub 17 en 2011 que llegó a Tigres ese mismo año procedente de Chivas luego de negarse a cumplir con el requisito de continuar con sus estudios de preparatoria para permanecer en el club rojiblanco.
Su nombre cobró mayor relevancia el 28 de febrero, día en que su padre apareció muerto en el penal de Culiacán, Sinaloa, colgado de los barrotes de su celda.
Sin embargo, la situación para José empeoraría por revelarse el pasado de su familia en relación a sus vínculos con el narcotráfico. Pablo Tostado Félix, su abuelo, con antecedentes en el delito de privación ilegal de la libertad, murió en circunstancias similares a las de su padre en 2009 dentro de un penal en Durango; se dijo que era un ajuste de cuentas por añejas rencillas con Manuel Beltrán Arredondo, antiguo colaborador de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán.
Las diferencias entre Beltrán Arredondo y Tostado Félix nacieron en el año 2000 cuando el primero acusó al segundo de secuestrar a su esposa, Rosa Emma Quintero Félix, por quien pidieron como rescate 100 millones de dólares, 50 kilos de cocaína y un lote de armas largas.
Pese a que Quintero Félix fue liberada durante diciembre del 2000 y Tostado Félix dijo que nada tuvo que ver en el secuestro, Beltrán Arredondo juró vengarse de esa afrenta. A partir de ese instante sucedieron levantones, ejecuciones y fabricaciones de delitos hacia familiares de Tostado Félix.
Mientras esas informaciones fluían en medios nacionales, Tigres decidió arropar a José Tostado, su jugador, ofreciéndole apoyo psicológico frente a lo que vivía. Bajo el argumento de que el futbolista no era culpable de las acciones de su padre y abuelo, el club procuró salvaguardar su salud mental del jugador.