Ubicado en un poblado llamado La Casita, en el condado de Starr, estado de Texas, el rancho gigante de mil 400 acres (5.6 kilómetros cuadrados) está pegado al río Grande (río Bravo) y, de acuerdo con habitantes del lugar, es un sitio que “cada año se inunda”.
Las autoridades texanas ya tienen listo el terreno para que el próximo gobierno de Donald Trump construya una megacárcel para migrantes, bien vista por las próximas autoridades porque pondría a uno de los condados más pobres de Estados Unidos “en el mapa”.
El comisionado electo de Starr, Eleazar Velázquez, de madre mexicana, dice que la obra en su distrito traería beneficios a sus habitantes.
Asegura no estar contra la migración, pero “de manera ordenada”, y descarta que vaya a haber violaciones a las garantías de quienes estarán contenidos en esta cárcel.
“Si hacen el centro de detención va a traer muchos trabajos, directos e indirectos… Estos últimos años han entrado olas de inmigrantes con un permiso que deberían haberse reportado y poco porcentaje regresó, todas esas personas están ilegalmente en el país”, indicó.
Funcionarios del gobierno de Texas y del Partido Republicano cercanos a Trump visitaron el terreno que la Comisaría de Tierras ofreció para construir un centro de detención migratorio.
En el lugar hay maquinaria para la construcción de un muro que busca evitar el cruce irregular de migrantes, pues en esa zona se ha incrementado el paso de personas en los últimos años.
Un rancho
Habitantes del lugar señalaron que esas tierras “se inundan cada año”, por lo que a los dueños anteriores no se les permitió construir y lo vendieron al estado como terreno agrícola.
Organizaciones de la sociedad civil lamentaron la política contra los inmigrantes del próximo gobierno, y alertaron de posibles maltratos al concentrar a miles de extranjeros en una instalación de ese tipo.
La Oficina General de Tierras adquirió el rancho en el condado de Starr a fines de octubre de 2024. Menos de 24 horas después se firmó un Memorando de Acuerdo con la Comisión de Instalaciones de Texas, autorizando la construcción del muro fronterizo estatal.
El condado de Starr es parte del Sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza, que ha registrado aproximadamente 1.4 millones de encuentros con migrantes que cruzan el río Grande desde México hacia el sur de Texas desde enero de 2021.
Los estados de Texas, en Estados Unidos, y de Coahuila en México, se preparan para una oleada migrante que se espera antes de que Donald Trump tome posesión como presidente en enero próximo.
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Greg Abbott, gobernador texano, dijo que pese a la demanda del gobierno de Joe Biden para que no actúe contra la migración en el río Bravo, publicó un video sobre la instalación de nuevas boyas, pero solo fue con la intención de generar temor porque fueron retiradas.
Las boyas nuevas están almacenadas en Shelby Park, un campo que solía ser público y ahora está en control del estado de Texas. El año pasado se instalaron ciento a lo largo de 300 metros frente al rancho La Nogalera, a cinco kilómetros del puente fronterizo entre Piedras Negras, México, y Eagle Pass, en Estados Unidos.