La tensión laboral dentro de Starbucks volvió a salir a la luz con el inicio de una huelga indefinida protagonizada por miles de baristas en Estados Unidos.
La movilización, impulsada por el sindicato Starbucks Workers Union, estalló en un momento clave para la compañía: el lanzamiento de la campaña “Red Cup”, fecha en la que la cadena distribuye su ya tradicional taza roja reutilizable con la compra de bebidas de temporada.
Este escenario convirtió la jornada en un escaparate nacional para exponer las exigencias de los trabajadores.
La protesta, denominada “Rebelión de la Taza Roja”, se desplegó en más de una decena de ciudades, donde cerca de mil empleados participan en paros y concentraciones.
Los baristas señalan que buscan no solo mejoras inmediatas, sino también cambios estructurales en sus condiciones de trabajo. Entre sus principales demandas se encuentran aumentos salariales, mayor personal por turno y horarios estables que les permitan acceder a beneficios que, aseguran, hoy les resultan inaccesibles.
Uno de los puntos que más tensión ha generado es el acceso al seguro médico, un derecho disponible únicamente para quienes alcanzan 20 horas semanales.
Sin embargo, los trabajadores afirman que la empresa mantiene horarios recortados que les impiden cumplir ese requisito. “Es difícil conseguir más de 19 horas por semana, lo cual es insuficiente para la cobertura de seguro médico”, comentó Dachi Spoltore, barista en la ciudad de Pittsburgh, al referirse a la situación que viven él y muchos de sus compañeros.
La primera fase de la movilización abarca más de 65 tiendas distribuidas en alrededor de cuarenta ciudades. No obstante, el sindicato advierte que la acción podría expandirse rápidamente y alcanzar a más de 550 locales en los próximos días si no se atienden las demandas.
Para los organizadores, esta es una oportunidad decisiva para presionar en la negociación del convenio colectivo, un proceso que acusan de haberse estancado desde hace meses.
Del otro lado, la respuesta de la empresa buscó minimizar el impacto. Starbucks aseguró que “menos del 1%” de sus tiendas presentó afectaciones durante la huelga y subrayó que los miembros del sindicato Starbucks Workers Union, representa “menos del 4%” de sus empleados.
A través de un mensaje oficial, la compañía expresó sentirse “decepcionada” por el llamado a la huelga, especialmente —aseguran— mientras se mantienen esfuerzos por retomar las negociaciones.
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El sindicato Starbucks Workers Union, que agrupa a más de 90 mil trabajadores de diversas industrias, sostiene que Starbucks se ha negado a negociar “de buena fe”.
Desde su formación en 2021, la organización ha insistido en establecer reglas claras sobre salarios, horarios y acceso a atención médica para quienes laboran en la cadena, la cual opera cerca de 10 mil tiendas propias y más de siete mil franquicias en Estados Unidos.
Con ambos bandos manteniendo posturas firmes, la situación podría escalar en los próximos días.
Lo que comenzó como una protesta estratégica durante una campaña emblemática podría transformarse en un movimiento nacional con repercusiones profundas para la marca y para miles de trabajadores que exigen condiciones más justas.
Fuente: Unotv
