Jessica McLaughlin, una joven empleada de una tienda de conveniencia, perdió la vida luego de que su jefa se sentara encima de ella y le provocara un colapso.
Los hechos ocurrieron en Los Ángeles, Estados Unidos, y han desatado indignación entre la audiencia y la población en general, quienes exigen justicia para la mujer, luego de la agresión perpetrada al interior de dicho establecimiento; el homicidio tuvo testigos.
Sean McLaughlin, hermano de la víctima reveló detalladamente cómo fue el ataque en contra de la empleada, quien al parecer tuvo una pelea con su superior y ésta perdió el control pues trató de retenerla de una manera inesperada.
La mujer luego de aquella diferencia siguió a la empleada por el pasillo, la alcanzó para arrojarla al piso y sentarse sobre su cabeza, posteriormente no permitirle respirar durante un tiempo prologando, lo que derivó en daños irreversibles pese a que sí logro zafarse.
“La inmovilizó, se sentó encima de ella y no la dejó respirar. Cuando algunos colegas intentaron ayudar para detenerla, fueron atacados también. Cuando finalmente se liberó, colapsó. No estaba respirando”.
La joven fue trasladada a emergencias luego de esto y ahí los médicos se dieron cuenta que su situación era bastante grave, pues llegó en estado vegetativo; estuvo conectada durante varios días, pero sin ver mejorías la familia decidió desconectarla.
Te puede interesar: Hallan muerta a mujer en clínica de cosmetología en Puebla; presentaba signos de asfixia
Y es que los médicos revelaron que ya tenía muerte cerebral al momento de llegar; debido a la presión ocasionada por la presunta responsable esto le causó un paro respiratorio, así como un grave daño neurológico.
Sean acotó que la presunta responsable huyó hacia el cuarto trasero en busca de eliminar las evidencias, es decir, el video de las cámaras; posteriormente salió corriendo para irse en una moto. Actualmente está prófuga y se ha emitido una ficha de búsqueda.
Los deudos por su parte han abierto un GoFundMe para los gastos del infortunio, aunado a que organizaciones civiles piden en redes sociales movilización de las autoridades para dar con el paradero de la mujer.
Los familiares de la empleada sostienen que ella fue una víctima inocente de un patrón de acoso que venía sufriendo por parte de su jefa. “El cerebro dejó de funcionar. Después de buscar segundas opiniones y hacer todo lo posible, tuvimos que tomar la imposible decisión de dejarla ir”, lamentó su hermano Sean.
La cadena 7-Eleven confirmó que la empleada ya ha sido despedida y aseguró estar colaborando con la investigación. “Nuestros corazones están con quienes se han visto afectados en este momento tan difícil”, expresó la empresa en un comunicado.
Con información de AP.