William Damroth, sacerdote de Newburgh, fue sentenciado en el Tribunal del Condado Orange de Nueva York a cinco años de libertad condicional y 16 fines de semana en prisión tras declararse culpable de hurto.
El sacerdote quien dirigió la parroquia Santa Madre Teresa de Calcuta en Newburgh, admitió haber robado 300 mil dólares de la parroquia. Desde entonces, ha pagado la restitución completa del dinero.
Según la sentencia dictada por el juez Craig S. Brown, Damroth debe presentarse en la cárcel del condado antes de las 5 p.m. los viernes y será liberado los domingos por la noche, durante 16 semanas desde el 2 de mayo. No hacerlo podría resultar en una violación de la libertad condicional y una nueva sentencia.
El sacerdote también debe completar 500 horas de servicio comunitario, de las cuales al menos 100 deben hacerse en el plazo de un año. El trabajo debe realizarse a través de una organización sin fines de lucro aprobada por el departamento de libertad condicional del condado.
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Originalmente reasignado en 2022 a la Parroquia de la Inmaculada Concepción en Port Jervis, el sacerdote dejó la parroquia de Santa Madre Teresa de Calcuta poco antes de que una auditoría financiera de la Arquidiócesis de Nueva York revelara discrepancias. Fue acusado formalmente en diciembre de 2023 y se declaró culpable el 17 de diciembre de 2024.
Al comparecer ante el tribunal el martes junto con sus simpatizantes y su abogado, Joseph Gulino, Damroth habló sobre su fe y las dificultades personales que ha enfrentado en los últimos años, incluyendo la muerte de familiares y el deterioro de su salud. Dijo que lidiaba con el estrés de supervisar las parroquias fusionadas del Sagrado Corazón y San Francisco de Asís en Newburgh, y describió la zona que rodea la parroquia, incluyendo la Avenida Benkard, como un lugar plagado de delincuencia y consumo de drogas.
El juez Brown había insistido previamente en una pena de prisión como parte de la sentencia. Gulino se mostró satisfecho con la decisión final del tribunal. “Creo que es una sentencia justa”, dijo el abogado. “Los 16 fines de semana le permiten continuar con su atención médica sin sobrecargar la cárcel”.
Al sacerdote, de 65 años, le han diagnosticado insuficiencia renal, requiere diálisis regularmente y usa un catéter para su tratamiento. Actualmente se está considerando un trasplante de riñón. “Dedicamos varias comparecencias, incluyendo múltiples aplazamientos, a recopilar documentación médica y pruebas para presentarlas ante el tribunal”, dijo Gulino. “También nos encargamos de la restitución, por lo que éste es un punto medio justo”.
Con información de Times Hudson Valley.