Este sensor lleva las señalas neuronales y lograa mover el cursor de la computadora al imaginar que escribes en una hoja de papel con un lápiz.
Este fue creado por científicos en Estados Unidos, quienes han logrado, por primera vez, descodificar las señales neuronales asociadas a la escritura, para permitir a un individuo con parálisis múltiple usar su mente para reproducir en una pantalla de ordenador letras y frases trazadas a mano.
Esta investigación, fue liderada por la Universidad de Standford, y combina sofware de inteligencia artificial con un dispositivo interfaz cerebro-computador (BCI, sus siglas en inglés), un método ya utilizado por este mismo equipo en 2017, cuando personas tetrapléjicas llegaron a mover un cursor y hacer “clicks” en un ordenador al registrar las órdenes del cerebro.
Así los participantes relacionaban órdenes mentales con movimientos del brazo para mover el cursor en una pantalla y reproducir hasta 40 caracteres por minuto, el récord de velocidad fijado entonces para escritura con un BCI.

Sin embargo, hasta ahora, nadie había puesto el foco sobre la escritura a mano para explorar la posibilidad de llevar al “papel” las señales neuronales evocadas por el cerebro, explica Frank Millet,el principal autor de este estudio, a través de un comunicado, publicado este miércoles en la revista “Nature”.
Su equipo trabajó con un individuo de 65 años tetrapléjico, denominado T5, al que implantaron dos pequeños sensores, “del tamaño de una aspirina para bebés”, en la zona del cerebro que controla los brazos y las manos, permitiéndole, por ejemplo, mover un cursor en una pantalla con órdenes mentales lanzadas a su propia extremidad.
Asimismo, a través de las señales que los sensores captaban de neuronas individuales cuando el sujeto pensaba que escribía sobre un bloc y con un lápiz -ambos imaginarios-, un algoritmo de aprendizaje automático era capaz de reconocer los patrones que generaba su cerebro con cada letra.
De esta manera, T5 logró copiar frases y contestar preguntas a un ritmo de 90 caracteres por minuto, una velocidad similar a la que una persona de su edad escribe con un teléfono móvil.
Este dispositivo BCI de “cerebro a texto” es tan rápido porque cada letra genera un patrón de actividad altamente reconocible, lo que le permite al algoritmo distinguir fácilmente una letra de otra, destaca.
Los autores también destacaron que la tasa de error al copiar frases se situó en un fallo por cada 18 ó 19 caracteres intentados, mientras que para la composición libre fue de en torno a uno por cada 11 ó 12 caracteres.
Finalmente señaló que es mucho más rápido escribir con el pensamiento.
“Mientras que la escritura a mano puede generar unas 20 palabras por minuto, tendemos a hablar con unas 125 palabras por minuto, y esta es otra cuestión interesante que complementa la escritura. Si lo combinamos, estos sistemas podrían ofrecer incluso más alternativas para que los pacientes se comuniquen eficazmente“, finaliza Shenoy.
on iinformación de Forbes