Un nuevo estudio ha demostrado que la harina fabricada a partir de gusanos, es un tratamiento natural que ayudaría a prevenir la diabetes mellitus tipo II.
De acuerdo con un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada (UGR), la harina del gusano podría inhibir las enzimas causantes de la diabetes mellitus tipo II.
Los investigadores han identificado los péptidos que pueden ejercer un efecto preventivo para la diabetes a partir de la fracción proteica de los gusanos Tenebrio molitor, mejor conocido como “gusano de la harina”.
Para ello se utilizó harina del gusano de la empresa salmantina Tenebrio, una de las pioneras en la cría del gusano de la harina en Europa, según informa la Universidad de Granada.
Producción de harina de gusano: mas sostenible y económica
La producción de harina de gusano resulta ser más sostenible y económica que otras fuentes de proteínas, además el valor que aportan es interesante para la alimentación humana. Por ello recientemente se está investigando el uso de los péptidos de las proteínas alimentarias con capacidad de inhibir las enzimas causantes de la diabetes.
Se encontró que esta genera un efecto antidiabético preventivo en el paciente por lo que se ha estado optimizando la liberación de esos péptidos del Tenebrio molitor mediante procesos enzimáticos gracias a la harina de este gusano, pudiendo así prevenir la diabetes.
Esto causó que los investigadores consiguieran ‘hidrolizados de la harina de gusano con valores de bioactividad, en donde se identificaron 7 péptidos inhibidores de la enzima DPP-IV con una longitud media de 5 aminoácidos y 6 péptidos inhibidores de la enzima glucosidasa, con longitud de 2 y 4 aminoácidos’.
Este es un importante hallazgo, ya que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor de 400 millones de personas padecen diabetes mellitus tipo II, siendo la séptima causa de muerte entre 2016 y se prevén unos 700 millones mas afectados para 2045.
Y es que aunque actualmente hay tratamientos para la diabetes que consisten en inyecciones de insulina o medicamentos que inhiben las enzimas; también existen análogos de hormonas que restauran la producción de insulina pero que a la larga pueden producir efectos secundarios en el paciente.