El mes de noviembre llega para anunciar el inicio del fin de 2024. Ha sido un año lleno de eventos astronómicos espectaculares, como eclipses y apariciones de cometas, y el penúltimo mes contará con sus propios fenómenos en el firmamento.
El mes inicia con una lluvia de estrellas poco conocida: las Táuridas, restos congelados del cometa Encke con los que la Tierra coincide en su órbita alrededor del Sol. Esas estrellas fugaces reciben su nombre porque parecen provenir de la constelación de Tauro.
Los bólidos alcanzarán su pico de frecuencia entre el 5 y el 12, de acuerdo con el portal de observación EarthSky. El mejor momento será a la medianoche de los primeros días, antes de la aparición de la Luna llena. Se estima que la tasa por hora será de cinco a 10.
La luna llena de noviembre es la última superluna del año. Parecen ser más grandes e iluminadas porque coinciden con la máxima aproximación a la Tierra. Según Starwalk, cuando aparezca será 6.5 por ciento más grande y 12.8 más brillante que otras.
Los antiguos pueblos nativoamericanos llamaban a la luna de este mes como la “Luna del Castor” porque trabajan activamente rumbo al crudo invierno, e indicaba a los cazadores que era momento para obtener las gruesas pieles de esos animales ante la llegada del frío.
El mes de noviembre compensará su falta de cometas únicos con dos lluvias de estrellas: las Leónidas son las segundas. Además, son de las más llamativas del año, sólo superadas en cantidad por las Perseidas de julio y agosto.
Los fragmentos congelados provienen del cometa 55P/Tempel-Tuttle y coinciden con el paso de la Tierra siempre en este mes. Para 2024, el pico de los meteoros está pronosticado para el 17 de noviembre a una tasa de 10 a 15 bólidos por hora.
Además: Superluna de octubre: será visible este día en México
En esta ocasión, la lluvia de estrellas Leónidas podría presentar dificultades de observación por su proximidad con la Superluna. Se recomienda enfocar la atención en partes del firmamento alejadas de la Luna para identificar el brillo ligero de los fragmentos congelados.