La atleta española Laura García-Caro se quedó perpleja en Roma cuando dio alzó uno de sus brazos pensando que estaba a punto de ganar una medalla de bronce europea, pero fue adelantada justo cuando lo celebraba a dos metros de llegar a la meta.
García-Caro quedó claramente en tercer lugar cuando ingresó al Estadio Olímpico para los últimos 400 metros de los 20 km de marcha femenina, la primera prueba con medallas del Campeonato Europeo de Atletismo.
La joven de 29 años, a quien incluso le entregaron una bandera española a su llegada a la arena, estaba muy sonriente mientras se acercaba a la meta.
Sin embargo, sin que García-Caro lo supiera, la veloz ucraniana Lyudmyla Olyanovska había reducido la brecha en la recta final.
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Y en el mismo momento en que García-Caro celebraba, Olyanovska la pasó corriendo para llevarse el bronce.
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