Un hecho sin precedentes ocurrió en las frías aguas del Océano Austral: por primera vez, un calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni) fue observado y grabado con vida en su entorno natural. Este inusual avistamiento fue logrado por un grupo de científicos del Schmidt Ocean Institute durante una expedición cerca de las Islas Sandwich del Sur.
El calamar colosal es considerado el invertebrado más grande conocido por la ciencia, pero hasta ahora solo había sido identificado a través de ejemplares muertos o restos encontrados en los estómagos de ballenas; por lo que esta nueva grabación representa un avance extraordinario para el estudio de esta misteriosa especie.
El encuentro ocurrió mientras los investigadores realizaban una transmisión en vivo desde un vehículo submarino operado a distancia, cuando de pronto, un espectador notó una figura inusual en las profundidades, a unos 600 metros bajo la superficie, lo que llevó al equipo a revisar cuidadosamente el material capturado.
Las imágenes mostraron características clave del calamar colosal, como los ganchos afilados en sus tentáculos, rasgo distintivo de la especie. Aunque el ejemplar medía apenas 30 centímetros, se confirmó que era una cría, lo que hace aún más valiosa esta observación.
“Es sorprendente que cada vez que bajamos a las profundidades del mar, encontramos algo nuevo y emocionante”, comentó Jyotika Virmani, directora ejecutiva del Schmidt Ocean Institute.
Esta criatura ha alimentado mitos y teorías durante décadas. Se estima que en su etapa adulta puede alcanzar los 7 metros de largo y pesar hasta 500 kilos, aunque la información concreta sobre su comportamiento y ciclo de vida sigue siendo limitada.
El primer indicio oficial de su existencia surgió en 1925, cuando se hallaron restos en el interior de una ballena. En 1981, se obtuvo un ejemplar vivo por accidente en aguas antárticas, pero nunca antes se había logrado grabar en movimiento en su hábitat.
Se cree que esta especie es exclusiva del Océano Antártico, y debido a las duras condiciones del entorno, estudiar al calamar colosal ha sido una tarea sumamente complicada. Incluso los expertos han modificado su percepción con el tiempo: el investigador Steve O’Shea, quien alguna vez los describió como “monstruos abisales”, ahora los compara con “garrapatas gigantes de gelatina”.
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La organización Kolossal, que se dedica a la búsqueda de criaturas marinas extraordinarias, aseguró haber grabado un posible calamar colosal en 2023, aunque la calidad del video impidió su confirmación. Ahora, con este nuevo material, los científicos tienen la oportunidad de comparar ambos casos.
“Tienen el mismo tamaño, color y fueron observados a profundidades similares”, señaló Matt Mulrennan, portavoz de Kolossal. Este descubrimiento podría abrir la puerta a nuevos estudios sobre una de las criaturas más esquivas del planeta.
Con información de Excelsior.