Un informe publicado en ‘Nature’ documenta las acciones de éxito de conservación, como ejemplos que permitirían revitalizar los ecosistemas marinos en el 2050.
El estudio internacional dirigido por investigadores de la Universidad de la ciencia y Tecnología de King Abdullah (KAUST) en Arabia Saudita, afirma que a pesar de que los océanos del mundo han sido vertederos de la basura de humanos durante décadas, han demostrado resistencia y una respuesta positiva
Los programas sustentables que ayudan a la conservación de los ecosistemas marinos, están rindiendo frutos y según la investigación sugiriere que se puede aprovechar esta capacidad de recuperación, para llevarlos a su restauración en menos de tres décadas.
Los hallazgos permiten sustentar la novedosa tesis de que los océanos del planeta podrían revitalizarse y sostener una abundante vida marina para 2050. Lo publica la revista Nature.
El proyecto reúne a algunos de los principales expertos marinos del mundo, trabajando en 10 países y 16 universidades para tratar de restaurar el ecosistema.
“Estamos en un punto en el que podemos elegir entre un legado de un océano resistente y vibrante, o un océano irreversiblemente perturbado”, dijo Carlos Duarte, profesor de ciencias marinas y presidente de ecología marina en el Centro de Investigación del Mar Rojo.
“Nuestro estudio documenta la recuperación de poblaciones marinas, hábitats y ecosistemas después de intervenciones de conservación anteriores. Proporciona recomendaciones específicas basadas en evidencia para escalar soluciones probadas a nivel mundial”.
Se pensaba que la recuperación de las tortugas precisaría ciclos de 100 años; pero se ha visto que es muchísimo más rápida.
La población de ballenas jorobadas que migran desde la Antártida al este de Australia ha pasado de unos cientos de animales en 1968 a más de 40.000 actualmente.
Al analizar el impacto de las intervenciones de conservación del océano y las tendencias de recuperación anteriormente exitosas, los investigadores identificaron nueve componentes integrales para la reconstrucción de la vida marina: marismas, manglares, pastos marinos, arrecifes de coral, algas marinas, arrecifes de ostras, pesquerías, megafauna y las profundidades marinas.
Para lograrlo se requiere de la participación conjunta de todos los ámbitos, así como la continuidad y preservación de programas, a lo que llaman “Cuña de recuperación”, tal es el caso la protección de especies, recolección inteligente y restauración de hábitats, así como el establecimiento y mantenimiento de zonas protegidas dentro de los océanos.
Con información de medios internacionales y nacionales.