Aunque la mayoría de programas de televisión suelen usar escenarios para simular casas, en el caso de la de Walter White de “Breaking Bad” es cien por ciento real, y recientemente se ha anunciado que está a la venta por cuatro millones de dólares.

Situada en un suburbio de Albuquerque, Nuevo México, esta propiedad ha ganado notoriedad como un ícono de la cultura pop y un destino obligado para los seguidores de la serie.

Construida en 1972, la vivienda cuenta con una superficie de 580 metros cuadrados, cuatro dormitorios, un baño, aire acondicionado central y la mítica piscina donde se grabaron varias escenas relevantes para la trama. Según estimaciones del sitio “Zillow“, el valor de una casa en esta ubicación rondaría los 343 mil dólares, pero su relevancia en la historia de la televisión ha disparado su precio.

“Esperamos que el próximo dueño la convierta en lo que los fanáticos quieren. Quieren un Airbnb, quieren un museo, quieren acceso a ella. Adelante”, comentó Joanne Quintana, hija de los dueños originales, en entrevista con el canal KOB 4.

Cabe destacar que, la propiedad fue seleccionada como locación en 2006, cuando el equipo de producción de “Breaking Bad” buscaba una casa para grabar el episodio piloto. Desde ese momento, se convirtió en un sitio de peregrinación para los admiradores de la serie protagonizada por Bryan Cranston y Aaron Paul.

Inicialmente, la familia disfrutaba del interés de los visitantes. Sin embargo, con el tiempo las cosas se complicaron. Algunos fanáticos recreaban escenas icónicas lanzando pizzas al techo del domicilio, lo que llevó a situaciones incómodas. También llegaron a recibir paquetes dirigidos al ficticio Walter White.

“A las 4:30 de la mañana sonó el timbre. Mi mamá se levantó, abrió la puerta y había un paquete (dirigido a Walter White). Llamamos al escuadrón antibombas para investigar”, explicó Quintana a KOB 4. Tras este evento, los hermanos Quintana decidieron que era hora de tomar medidas drásticas.

“Dijeron: ‘Es suficiente, estamos listos, se pone la cerca’”.

Este tipo de incidentes motivó la instalación de una cerca para evitar más problemas, aunque esto les valió críticas en redes sociales, donde algunos los tildaron de “hostiles” por sus advertencias y actitudes hacia los turistas.

La decisión de vender la vivienda se tomó tras el fallecimiento de los padres de Quintana, quienes residieron en el inmueble desde 1973.

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“Mucha gente desconocía que mis padres estaban gravemente enfermos y recibiendo cuidados paliativos antes de fallecer”, explicó. Después de más de cinco décadas de recuerdos, la familia sintió que era el momento adecuado para pasar página.

El precio fijado de cuatro millones de dólares refleja tanto el valor inmobiliario como la trascendencia cultural de la casa. Los agentes encargados de la venta, David Christensen y Ryan Johnston, sugieren que el comprador podría transformarla en un museo o alojamiento temático para atraer a los fanáticos de la serie y capitalizar su popularidad.

Con información de Infobae.