Un operativo conjunto entre las autoridades de Sonora y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) permitió el hallazgo de un narcotúnel que buscaba conectar San Luis Río Colorado con el estado de Arizona, en Estados Unidos.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sonora, la construcción subterránea aún no estaba terminada al momento de su descubrimiento.
El pasadizo medía menos de cinco metros de profundidad, un metro de diámetro y cruzaba por debajo del muro fronterizo de acero construido en el desierto de Sonora.
Además, se encontraron palas, barras, cubetas y marros que estaban cubiertos con hojas de madera y maleza de la región (arbustos). El lugar fue resguardado y se inhabilitó la excavación.
Sonora y Arizona están ubicados en el desierto de Altar, dividido por el muro internacional de aproximadamente seis metros de altura y decenas de kilómetros de largo.
A un costado, a 50 metros de distancia, pasa la carretera internacional México-Tijuana, lo que no dificulta el acceso a las zonas aledañas, que son amplias y deshabitadas.
En la región se han hallado pasadizos en Sonora y Baja California, en México, mientras que en Estados Unidos están Arizona y California. Esos túneles sirven para traficar drogas y personas, lo que ocurre en la región desde hace décadas.
El hallazgo fue posible gracias al uso de drones, que identificaron zonas donde la tierra había sido removida, lo que permitió confirmar la existencia del túnel.
El descubrimiento forma parte de un esfuerzo entre autoridades de ambos países para monitorear “puntos críticos” a lo largo de la frontera, región conocida por el cruce frecuente en el tráfico de drogas y personas.
El Chapo
La construcción de túneles para el contrabando de drogas no es nueva y fue vinculada históricamente al Cártel de Sinaloa y su exlíder, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, cuyos túneles fueron utilizados para sortear los controles fronterizos entre México y Estados Unidos.
Uno de los primeros casos documentados ocurrió en 1990, cuando las autoridades estadunidenses decomisaron cerca de una tonelada de cocaína en Phoenix, Arizona.
El alcaloide había cruzado la frontera por un túnel de 180 metros que conectaba Agua Prieta, Sonora, con Douglas, Arizona, operación atribuida a Guzmán Loera, que cumple condena de cadena perpetua en la prisión ADX Florence, en el condado de Fremont (Colorado).
De acuerdo con Univisión, hasta el último arresto de “El Chapo”, en 2016, las autoridades habían desmantelado 194 túneles en la frontera entre México y Estados Unidos.
Aunque no todos fueron relacionados directamente con el exlíder del Cártel de Sinaloa, muchos estaban localizados en zonas estratégicas utilizadas por el capo para el tráfico de narcóticos.
Entre 2017 y 2021, la CBP reportó la destrucción de 40 túneles que conectaban Arizona con Sonora. Ese método continúa siendo común entre las organizaciones criminales. En mayo de 2024 se identificó una construcción similar en la misma región.
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Además de túneles, el Cártel de Sinaloa usó empresas fachada. Por ejemplo, en el libro Chapitos: radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa se detalla cómo
Guzmán utilizó la empresa “La Comadre” para esconder cocaína en latas de chiles.
Con el reciente descubrimiento, emerge nuevamente la necesidad de mantener una vigilancia constante en la frontera. Las autoridades de ambos países enfrentan el desafío de desmantelar esas estructuras e implementar medidas preventivas para dificultar su construcción.
