La Cámara de Diputados recién realizó un ajuste significativo en la política comercial del país al aprobar incrementos arancelarios que podrían alcanzar hasta el 50 por ciento para miles de productos provenientes de China y diversas naciones asiáticas. La medida, que aún requiere el visto bueno del Senado, forma parte de una estrategia gubernamental que busca fortalecer la industria nacional y corregir desequilibrios en el comercio exterior.
El proyecto plantea elevar o establecer nuevos aranceles, en la mayoría de los casos de hasta un 35 por ciento a lo largo de todo 2026. Los productos afectados abarcan sectores como el automotriz, autopartes, textil, confección, plástico y acero, todos importados desde países sin un acuerdo comercial vigente con México, entre ellos India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia.
La Secretaría de Economía presentó esta iniciativa desde septiembre; sin embargo, su avance en la Cámara Baja se complicó debido a la resistencia de legisladores y organizaciones empresariales. Aun con la amplia mayoría parlamentaria de Morena y sus aliados, el debate se intensificó por presiones externas y preocupaciones sobre los efectos económicos.
Por su parte, el gobierno federal encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, aseguró que el incremento arancelario es una herramienta para impulsar la producción local y reducir la dependencia de insumos importados, especialmente aquellos provenientes de China, con el que existe un desequilibrio comercial.
No obstante, especialistas y representantes del sector privado sugirieron que detrás de esta política existen otros objetivos, como enviar señales favorables a Estados Unidos previo a la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), además de asegurar ingresos fiscales adicionales estimados en tres mil 760 millones de dólares para 2026.
La propuesta aprobada se presenta como una versión más moderada respecto al proyecto original, el cual quedó detenido por la oposición de China y de diversas cámaras industriales. De las aproximadamente mil 400 fracciones arancelarias incluidas, la mayor parte corresponde a productos de los sectores textil, metalúrgico, automotriz, plástico y calzado.
Unaa de las industrias que manifestó su preocupación con esta nueva medida, fue la automotriz, una de las más importantes a nivel global, y que advirtió que los nuevos aranceles podrían limitar la llegada de componentes esenciales, como pantallas y sistemas electrónicos, cuya fabricación no se realiza en territorio nacional y que resultan indispensables para la producción de vehículos.
Durante la discusión en el pleno, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, defendió la reforma arancelaria argumentando que no se trata de una medida proteccionista, sino de un mecanismo orientado a corregir distorsiones y generar condiciones de competencia más equilibradas para las empresas mexicanas frente a sus competidores internacionales.
El legislador sostuvo que este ajuste regulatorio pretende evitar que la apertura comercial convierta a los productores nacionales en un sector vulnerable, al tiempo que busca armonizar las importaciones con estándares internacionales y promover un marco económico más competitivo para el país.
Aunque ya se habían aplicado incrementos arancelarios a productos chinos a principios de año, autoridades de Estados Unidos insisten en que México y Canadá no deben fungir como plataformas de triangulación para mercancías provenientes de China, Vietnam, Indonesia y otras economías asiáticas.
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Expertos señalan que estos nuevos aranceles podrían alterar cadenas de suministro clave en un momento en el que la economía mexicana muestra señales de desaceleración. Las industrias más expuestas a posibles afectaciones son la electrónica y la automotriz, debido a su alta dependencia de insumos fabricados en Asia.
La medida también repercutirá en India, un socio comercial que ha ganado relevancia para México en los últimos años, pues desde esa nación se importan productos farmacéuticos, textiles, químicos y autopartes, mientras que nuestro país exporta petróleo, minerales y productos agropecuarios, lo que podría modificar la dinámica del intercambio bilateral.
Con información de Aristegui Noticias.
