CANCÚN, 31 de julio de 2024.- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) anunció que cerrará cinco arrecifes del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel en agosto y septiembre; se trata de los más visitados durante el verano.
La recuperación de corales dentro de la zona sigue siendo una prioridad para el Caribe mexicano, aunque aún no hay datos precisos de avances. Sin embargo, el programa de descanso implementado ha mostrado mejoras con la presencia de algunas especies arrecifales.
Por ello, la Conanp mantiene esas acciones para reducir la carga de visitantes por algunos periodos del año y es que durante las vacaciones de verano es cuando hay más presencia turística.
La dependencia federal anunció que cerrará cinco arrecifes del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel durante los meses de agosto y septiembre, y son los más visitados: Colombia Somero, Intermedio y Profundo, así como Palancar Cuevas y Ladrillos.
Por su parte, Blanca Alicia Quiroga García, directora del parque, explicó que los programas de descanso se han mantenido en los últimos años porque se cree que esas pausas son beneficiosas para la recuperación coralina.
“No podemos decir hasta qué punto se ha logrado esa recuperación, pero podemos seguir realizando esos cierres al público para mantener también un ecosistema sano”, indicó la también representante de la Conanp en la “Isla de las Golondrinas”.
Los cierres son graduales a lo largo del año, seleccionando arrecifes específicos para reducir el impacto: en junio y julio descansaron dos, el Paraíso y Paraíso Bajo; en los cierres temporales no se permiten tours de snorkel y buceo, lo que da un respiro a esas zonas.
La medida ha sido bien recibida por los operadores de servicios turísticos, quienes comprenden la importancia de esos periodos de inactividad. Aceptan que, aunque sean de los más visitados, es crucial no sobrecargar los arrecifes que permanecen abiertos.
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Los descansos también coinciden con la temporada de reproducción coralina durante agosto y septiembre, lo que proporciona tranquilidad y reduce el estrés en los corales, especialmente tras el impacto del síndrome del coral blanco (2018) y el blanqueamiento (2019).