Un hombre de 33 años sufrió un infarto agudo de miocardio que los médicos vincularon al uso intenso de vapeador en Londres, un caso que encendió nuevas alarmas sobre estos riesgos, especialmente entre jóvenes y personas que nunca habían fumado tabaco tradicional.
El episodio ocurrió en Londres, donde el hombre, identificado como Fraser Olender, debió ser hospitalizado de urgencia tras presentar fuerte dolor en el pecho y dificultad para respirar.
Según los especialistas, el estudio cardiológico mostró un “vasoespasmo de arteria coronaria” atribuido a una intoxicación por el vapeador, lo que redujo el flujo de sangre al corazón y desencadenó el infarto.
El paciente, conocido por su participación en el reality Below Deck, relató que el dolor fue tan intenso que ni dos dosis de morfina pudieron aliviarlo. Tras el alta, advirtió que “podría haber muerto por algo tan ridículamente estúpido” y pidió a otros usuarios abandonar de inmediato el vapeador.
Alerta por el aumento del vapeo
El caso se suma a una tendencia preocupante: el uso de vapeador crece de manera acelerada y ya alcanza aproximadamente a uno de cada diez adultos, según cifras citadas por medios británicos.
Lo más inquietante para los expertos es que una proporción relevante de estos usuarios nunca había fumado, y que cada vez más personas combinan vapeo y tabaco, duplicando su exposición a sustancias nocivas.
Cardiólogos y fisiólogos advierten que la nicotina y otros componentes de los líquidos pueden generar inflamación, daño celular y alteraciones en la función del corazón. Además, la nicotina eleva la presión arterial y la frecuencia cardíaca, algo especialmente peligroso en personas con antecedentes cardiovasculares o factores de riesgo.
Los especialistas subrayan que el riesgo no se limita al corazón: los pulmones son uno de los principales órganos afectados. Casos como el de una joven de 17 años que requirió cirugía pulmonar tras un colapso asociado al vapeo ilustran el impacto que puede tener esta práctica en adolescentes.
Investigaciones citadas por medios científicos señalan que el calentamiento del glicerol en los vapes puede generar formaldehído, un compuesto cancerígeno, y favorecer la formación de ampollas de aire, neumonía lipoidea e inflamación crónica.
Estudios también vinculan el uso prolongado de vapeador con mayor riesgo de cáncer de pulmón y otros tumores, además de problemas bucales, digestivos y neurológicos.
Recomendaciones de expertos y autoridades
Frente a este panorama, autoridades sanitarias como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan no iniciar el vapeo y buscar apoyo profesional para dejarlo en caso de adicción.
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Organizaciones oncológicas advierten que, aunque algunos dispositivos puedan contener menos toxinas que el vapeador, la falta de regulación y la presencia de sustancias peligrosas mantienen un riesgo significativo.
En el plano personal, Fraser Olender aseguró que desde que abandonó los vapeador su salud general ha mejorado y percibe cambios visibles, como una mejor apariencia de la piel. Expertos insisten en que casos como el suyo deben servir de advertencia sobre los peligros de normalizar el vapeo entre jóvenes y no fumadores.
Con información de Infobae.com
