La Administración de Alimentos y Medicamentos FDA de Estados Unidos, retiró del mercado miles de lotes del medicamento Prazosin Hydrochloride, utilizado para tratar la hipertensión arterial, tras detectar niveles elevados de nitrosaminas, compuestos asociados al desarrollo del cáncer.
La decisión se tomó al encontrarse la impureza N-nitroso Prazosin Impurity C en concentraciones que superaron los límites permitidos por los estándares de seguridad farmacéutica de la agencia estadounidense.
El fármaco, fabricado por Teva Pharmaceuticals USA, se prescribía principalmente para controlar la presión arterial y, en algunos casos, para tratar trastornos del sueño vinculados al estrés postraumático.
Según reportes oficiales, más de 580 mil botellas fueron afectadas y distribuidas en Estados Unidos. La retirada fue catalogada como de Clase II, lo que indica que la exposición puede causar efectos adversos temporales o reversibles, con baja probabilidad de consecuencias graves.
Para los pacientes, este anuncio representa un llamado urgente a revisar sus tratamientos, pues detener un antihipertensivo de forma abrupta puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de eventos como accidentes cerebrovasculares o infarto.
La recomendación oficial es clara: no suspender el medicamento sin consultar previamente con un médico o farmacéutico. Las cápsulas retiradas corresponden a presentaciones de uno, dos, y cinco miligramos.
Tras revelarse la información, comenzó el retiro de los lotes contaminados, una vez verificada la presencia de una sustancia asociada al cáncer.
La FDA pidió a los pacientes verificar el número de lote y la fecha de caducidad en el envase, y solicitar el reemplazo si es necesario.
Los pasos para los pacientes son precisos: primero, no interrumpir el tratamiento sin supervisión médica; segundo, verificar el lote y, de ser necesario, reemplazarlo; y tercero, hablar con el profesional de salud sobre alternativas seguras para mantener el control de la presión arterial.
El acompañamiento médico es crucial para evitar ansiedad, incumplimiento terapéutico y riesgos asociados a la hipertensión.
Este incidente recuerda que la fabricación de medicamentos es un proceso complejo donde pueden generarse impurezas si no se controlan adecuadamente materias primas y procesos.
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Aunque el riesgo para la salud se considera bajo, la presencia de una sustancia asociada al cáncer representa una violación a los estándares de calidad. Para los pacientes, el llamado no busca generar alarma, sino fortalecer el autocuidado: verificar su tratamiento, consultar información oficial y mantener una postura informada para preservar la confianza en el sistema de salud.
El retiro subraya la responsabilidad de los reguladores y la industria farmacéutica en mantener estrictos controles de calidad. Mientras se completan las acciones correctivas, la autoridad sanitaria insiste en la necesidad de asegurar que los tratamientos para la hipertensión arterial cumplan con los más altos estándares de seguridad.
Fuente: Excelsior.
