El número de ataques con ácido a mujeres ha mostrado un incremento alarmante, advirtió la Fundación Carmen Sánchez, que en el lapso de dos años ha documentado 13 agresiones de este tipo en México.
Estos casos representan el 46.2 por ciento de los 28 ataques registrados en el país en las últimos 20 años; lamentablemente, de las 28 víctimas mujeres, solo 22 han logrado sobrevivir a los estragos ocasionados por los corrosivos.
En la mayoría de los casos, las víctimas tenían entre 20 y 30 años de edad. En el 85 por ciento de los casos el autor intelectual fue un hombre: cinco de ellos eran parejas y 11 de ellos ex parejas sentimentales.
“Esto solamente es la punta del iceberg de un problema muy grave y muy complejo que apenas se empieza a reconocer en México. […] y, aunque el problema lleva ocurriendo desde hace al menos tres décadas en el país, la verdad es que puedo decir con mucha seguridad que ha habido un aumento muy significativo de este tipo de casos en los últimos años y que es producto de la impunidad social y del Estado; de las redes de complicidad y de la falta de castigo”, dijo a Sin Embargo, Ximena Canseco, investigadora de la Fundación.
Uno de los aspectos que más preocupa a las organizaciones civiles que trabajan con las víctimas y sus familias es que en el 96% de los casos no ha habido sentencia, sólo cuatro agresores ya fueron vinculados a proceso, tres por feminicidio en grado de tentativa y uno por violencia familiar.
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Las entidades federativas que más reportan estos crímenes son la Ciudad de México, Puebla y el Estado de México; pero también se han documentado casos en Coahuila, Veracruz, Michoacán, Jalisco e incluso en Quintana Roo, donde se tiene registrado un ataque.
Hay que destacar además que solo siete estados han tipificado los ataques con ácido o con sustancias corrosivas, a pesar de que este tipo de violencia en el país ha ido en aumento, de acuerdo con activistas. Y para muestra el caso de Luz Raquel Padilla, quien antes de ser quemada fue atacada con ácido industrial. Otro caso muy conocido y reciente es el de la saxofonista María Elena Ríos.
Con información de Sin Embargo.