La inseguridad en las carreteras mexicanas volvió a cobrar notoriedad cuando un sacerdote de la Congregación Legionarios de Cristo y cuatro jóvenes que viajaban con él fueron interceptados por un grupo de hombres armados.
Los hechos ocurrieron mientras circulaban en una camioneta Toyota Tacoma sobre la carretera federal Orizaba-Tehuacán, en las cercanías de las Cumbres de Acultzingo, una zona conocida por su peligrosidad.
El sacerdote Francisco Aguilar y sus acompañantes, identificados como Ignacio N., Francisco N., Mariana N. y Santiago N., regresaban a la Ciudad de México luego de asistir a un retiro espiritual en la comunidad de Chilapa, ubicada en el municipio de La Perla, Veracruz.
La agresión se registró en un tramo de la carretera donde el tráfico lento permitió a los delincuentes interceptarlos con facilidad. Los atacantes los obligaron a detenerse y los despojaron de sus pertenencias y del vehículo en el que viajaban.
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Además de ser víctimas de robo, el sacerdote y los jóvenes fueron privados de su libertad por varias horas. Ante esta situación, las autoridades locales activaron un operativo de búsqueda tras recibir el reporte del asalto y secuestro.
Fue hasta horas después que lograron localizar al grupo, abandonado sobre la misma carretera, aparentemente ilesos pero visiblemente afectados por la experiencia.
La Congregación de Legionarios de Cristo, a través de su director de comunicación institucional, Pablo Pérez de la Vega, emitió un comunicado en el que lamenta profundamente lo ocurrido al sacerdote Francisco Aguilar y a sus acompañantes.
El comunicado destaca la vulnerabilidad que enfrentan tanto los religiosos como la ciudadanía en general debido a la inseguridad en México y hace un llamado a trabajar unidos por un país más seguro.
“La inseguridad que vivimos en México es un desafío que requiere el compromiso de todos. Unidos en la búsqueda de paz, justicia y respeto, creemos firmemente que es posible construir un México mejor y más seguro”, menciona el comunicado.
El área de las Cumbres de Acultzingo ha sido históricamente señalada por su alta incidencia de asaltos y actos de violencia. Esta región, situada en la carretera federal que conecta Ciudad Mendoza con Tehuacán, es frecuentada por grupos delictivos que aprovechan el aislamiento de algunos tramos y la dificultad de acceso para las autoridades.
La privación de la libertad del sacerdote Aguilar y sus acompañantes no es un hecho aislado; otros conductores y familias que circulan por esta vía han reportado situaciones similares.
