
Siguen los dimes y diretes en la campaña electoral. Ahora fueron Claudia Sheinbaum y Claudio X. González quienes se enfrascaron en una discusión. El empresario llamó “monstruo” a la candidata y ella respondió que él está “frustrado”.
Todo comenzó cuando el empresario y férreo opositor del actual gobierno dijo que al combatir al “monstruo”, la candidata de la 4T se había convertido en aquello que criticaba.
“La Dra. Sheinbaum -en los 80 y 90- decía combatir el autoritarismo, la corrupción, el desfalco y el abuso del régimen entonces dominante. PERO AL COMBATIR AL ‘MONSTRUO’ SE CONVIRTIÓ EN EL MONSTRUO. Ahora defiende el autoritarismo, la corrupción, el desfalco y el abuso de Morena. Peor aún. Defiende y quiere construir un “segundo piso” para un régimen propagandista, polarizante, militarizado y -para colmo- en franca connivencia con la delincuencia organizada. Si tuviera un mínimo de auto-crítica y ética, reconocería que ahora defiende a un régimen mucho más dañino y destructivo del que decía combatir”, expresó el empresario e impulsor de la alianza opositora que respalda a Xóchitl Gálvez.
Posteriormente vino la respuesta. Claudia Sheinbaum dijo que entendía la frustración de X. González, insinuando que se debe a que la candidata que respalda va muy abajo en las encuestas.
“Imagino la frustración de Claudio X González. Debe ser difícil abanderar una causa perdida, ya no tener el derecho de picaporte o el terrible sufrimiento por tener que pagar impuestos. Debe causarle dolor de estómago ver el buen desempeño de la economía mexicana. Estoy bien y de buenas, sus ofensas me indican que vamos por buen camino. México está, por decisión del pueblo y para fortuna de la mayoría, cimentando una nueva historia donde la democracia es el poder del pueblo para el pueblo y por el pueblo”, escribió la candidata presidencial de “Sigamos Haciendo Historia”.
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Como siempre que hay una discusión de actores políticos, no faltó quienes se pusieran de parte de una y de otro. Por ejemplo, la senadora Citlalli Hernández apoyó a la candidata de Morena, llamando “apátrida, traficante de influencias y farsante” al empresario.