Un perrito fue abandonado en una calle del municipio de Ixmiquilpan sin orejas y bañado en sangre; trabajadores del ayuntamiento lo rescataron y el alcalde Emanuel Hernández Pascual prometió justicia para el can.
Las redes sociales en el valle de El Mezquital, y en especial las de Ixmiquilpan, estallaron contra los responsables del maltrato animal contra un lomito, al que le cercenaron las orejas; ensangrentado, el animalito fue abandonado en la calle.
Personal del Centro de Control Canino municipal y de Protección Civil le brindaron atención médica y lo mantienen bajo observación y cuidados. Tras conocerse este nuevo caso de maltrato animal, las redes rechazaron esa conducta que han calificado de “salvaje”.
Además, solicitan que sean localizados y castigados los responsables, por lo que el presidente municipal condenó la agresión y lamentó conductas tan negativas hacia los animales.
“Condeno la agresión de la que fue víctima un perrito al que le mutilaron las orejas y abandonaron en la vía pública. Son de los hechos que más me lastiman y hieren, porque se tratan de seres indefensos”, señaló el edil.
Apuntó que la policía investigará para que delito no quede impune: “He girado instrucciones para que el perrito reciba atención y que haya un seguimiento; asimismo, a los testigos, vecinos y ciudadanos, les pido que nos apoyen para que el caso sea castigado”.
El animalito está en un refugio, donde colectivos protectores de animales se mantienen atentos a la información que surja en torno a los responsables, pues se han sumado a la exigencia de castigar a quienes ejercieron violencia extrema hacia el can.
Aunque ya hay leyes de protección animal, en Ixmiquilpan surgió una propuesta para que el ayuntamiento endurezca las leyes contra el maltrato animal.
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Apenas la semana pasada una mujer denunció a su abuela por envenenar a ocho gatos. La denunciante se identificó como Astrid Larios, quien lanzó una acusación en sus redes sociales.
Los hechos ocurrieron en el municipio de Cuautepec de Hinojosa, y la denuncia fue contra su propia abuela, pues al matar a los gatos le ha provocado un enorme dolor a ella y a sus hijos.
