En medio de una serie de restricciones que han sido aprobadas en algunos estados para prohibir la venta de comida chatarra a menores a edad, Euromonitor Internacional compartió un reporte en el que reveló que, durante el año 2019, los mexicanos consumieron 90 gramos de bocadillos salados y bebieron un promedio de 1.9 litros de refresco a la semana.
Dichas cifras, muestran que el año pasado habitantes de México alcanzaron un intermedio de 98.8 litros de refrescos y 4.6 bocadillos, destacó además que la nueva ley que fue aprobada en Oxaca y Tabasco, está tomando medidas similares en 27 estados, Ciudad de México y San Luis Potosí.
La agencia prevé que la medida implique una disminución en el consumo, pues según su encuesta de salud y nutrición, 33 por ciento de los encuestados mexicanos desea “mejorar los hábitos alimenticios de sus hijos”, afirmando que otro factor importante será el precio.
“Es poco probable que se adopten refrigerios y bebidas más saludables si los padres consideran que los precios unitarios no son realistas. En los refrescos, el jugo 100% natural puede crecer como una opción para los almuerzos escolares, pero el crecimiento será moderado debido a sus precios unitarios más alto” añadió el informe.