Padres de familia y docentes de la Escuela Secundaria Técnica 158, ubicada en el municipio de Berriozábal, Chiapas, denunciaron las condiciones precarias en las que opera la institución. Desde aulas en mal estado, falta de infraestructura básica, hasta la presencia de serpientes y otros animales ponzoñosos son algunos de los problemas que enfrentan diariamente los estudiantes y el personal.
La secundaria, situada en la comunidad de San Andrés Berriozábal, fue fundada hace más de una década, pero desde su inicio ha carecido de instalaciones adecuadas. La mayoría de las aulas están construidas con materiales provisionales como madera y lámina, mientras que solo dos cuentan con una estructura de concreto, pero sin ventilación ni ventanas.
Estas condiciones hacen que, en épocas de calor extremo, las aulas sean prácticamente inhabitables. Durante el año pasado, las temperaturas en la zona superaron los 35 grados centígrados, lo que derivó en casos de golpes de calor entre los estudiantes. Ante esta situación, se optó por reducir los horarios escolares para evitar afectaciones en la salud de los alumnos.
Además de la infraestructura deficiente, la escuela enfrenta un problema de seguridad debido a su cercanía con una zona de reserva natural. Padres y trabajadores han reportado la aparición de serpientes venenosas y otros animales peligrosos dentro de las instalaciones.
De acuerdo con Jorge Luis, intendente del plantel, los reptiles provienen de los terrenos aledaños donde se cultivan hortalizas como cilantro y cebolla.
Otro aspecto preocupante es la falta de condiciones adecuadas para la preparación de alimentos. Aunque la institución forma parte del programa de desayunos escolares, la cocina carece de los utensilios y equipamiento necesarios, lo que dificulta la elaboración de los platillos para los estudiantes.
Ante esta situación, los padres de familia han solicitado apoyo de las autoridades educativas estatales y federales para la construcción de aulas dignas. Arbelia Gómez, madre de un alumno, mencionó que llevan años gestionando mejoras sin obtener respuesta.
“Hemos tocado puertas en todos lados, pero seguimos sin recibir la ayuda que necesitamos”, afirmó.
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Hasta el momento, las solicitudes enviadas a las dependencias gubernamentales no han sido atendidas. Mientras tanto, la comunidad escolar sigue en alerta, preocupada por la seguridad y bienestar de los alumnos.
Debido a la falta de respuesta, padres y docentes han optado por organizar manifestaciones y buscar reuniones con funcionarios para exponer la situación de la secundaria. Su objetivo es lograr que las autoridades brinden una solución efectiva que garantice un entorno educativo seguro y adecuado para los estudiantes.
Con información de Milenio.