En un nuevo episodio de violencia que sacude a Tijuana, Baja California, Brayan Alexandro, identificado como un presunto generador de violencia y objetivo prioritario de las autoridades, fue ejecutado a plena luz del día mientras viajaba en una unidad del transporte público con su madre. El ataque ocurrió en la colonia 3 de Octubre, un sector que ha sido escenario de hechos violentos en los últimos meses.
Según el testimonio del conductor, los hechos ocurrieron mientras el taxi de ruta, tipo vagoneta y de colores blanco con azul, se encontraba en servicio habitual. Durante el trayecto, uno de los pasajeros se levantó repentinamente, sacó un arma de fuego y disparó en repetidas ocasiones contra Brayan Alexandro, quien iba sentado en compañía de su madre, sin sospechar lo que estaba por suceder.
Luego del ataque, los pasajeros que viajaban en el mismo transporte público le pidieron al chofer que se detuviera, pero este aceleró más y el agresor descendió de la unidad en movimiento, se levantó y escapó caminando, sin ser detenido en el momento.
Minutos más tarde, policías municipales llegaron al lugar de los hechos y encontraron a la víctima aun dentro de la unidad, sin signos vitales. Paramédicos de la Cruz Roja confirmaron la muerte, ocasionada por múltiples heridas de arma de fuego.
Joven ejecutado en Tijuana, Baja California, era buscado por las autoridades
Brayan Alexandro, el joven ejecutado mientras iba en transporte público, no era un ciudadano cualquiera. De acuerdo con fuentes oficiales, se encontraba bajo la mira de las autoridades debido a su implicación en un ataque armado contra agentes municipales, registrado el pasado 25 de mayo en la misma colonia donde fue asesinado.
En ese incidente, la víctima y otro sujeto, identificado como Jesús Alexis, abrieron fuego contra los oficiales mientras intentaban huir a bordo de un vehículo tipo Acura. Aunque el segundo hombre fue detenido en flagrancia (portando dos armas de fuego, una de ellas larga), Brayan Alexandro logró escapar en aquel momento.
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Desde entonces, las fuerzas de seguridad lo consideraban un objetivo prioritario, por lo que su ejecución dentro del transporte público no solo representa un crimen más en las estadísticas, sino también el cierre violento de una búsqueda inconclusa por parte del Estado.
Tras los hechos, la Fiscalía General del Estado de Baja California abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio doloso, y ya se trabaja en la recolección de evidencia para identificar y localizar al agresor. La escena del crimen, al estar ubicada en un vehículo en movimiento y en un área urbana concurrida, representa un reto adicional para los peritos, quienes han solicitado el apoyo de cámaras de videovigilancia cercanas.
Con información de Punto Norte y Milenio