Los altares de Día de Muertos son una mezcla cultural con muchos simbolismos que deben contener varios elementos esenciales.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas dice que ofrendar, en el Día de Muertos, es compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino.
Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria.
Elementos imprescindibles en los altares de Día de Muertos
Agua
Es la fuente de la vida, y se ofrece a las ánimas para que sacien su sed tras un largo recorrido, y se fortalezcan para su regreso. En algunas de sus culturas simboliza la pureza del alma.
Sal
Es el elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el próximo año.
Velas y veladoras
En la actualidad se usa el cirio en sus diferentes formas: velas, veladoras o ceras.
La flama que producen significa “la luz”, la fe, la esperanza. Es guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada.
En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.
Copal e incienso
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se conocía, este llegó con los españoles. Es el elemento que sublima la oración o alabanza.
Esta fragancia de reverencia se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
Las flores
Las flores de cempasúchil Son símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta.
Cuando está deshojada, es el camino del color y olor que trazan las rutas a las ánimas.
El alhelí y la nube no pueden faltar pues su color significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.
El pan
Un ofrecimiento fraternal, que es presentado por la Iglesia como el “Cuerpo de Cristo”.
Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar.
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Otros elementos indispensables en los altares de Día de Muertos son el petate, el izcuintle, el gollete y las cañas, el chocolate, la comida, las calaveritas de azúcar y los retratos de los fieles difuntos.