La última fase del informe sobre las causas del desplome de la Línea 12 del Metro en la CDMX señala que éste tuvo origen en la falta de mantenimiento, fallas en las inspecciones y deficiencias desde su construcción.
Este lunes, el diario El País hizo públicos los resultados del informe de la empresa Det Norske Veritas (DNV) la cuál habla la última fase del informe acerca de las causas del desplome de la Línea 12 del Metro de la CDMX.
De acuerdo con el diario español, los motivos del accidente que cobró la vida de 26 personas se deben a la falta de mantenimiento, fallas en las inspecciones y deficiencias desde su construcción.
La empresa Det Norske Veritas (DNV), que fue contratada por el gobierno de la Ciudad de México para determinar qué provocó la caída del tramo elevado del servicio de transporte de la línea 12, entre las estaciones Olivos y Tezonco.
Aunque de último momento se negó a que se hicieran públicas las conclusiones al calificarlo como “tendencioso” y con una modificación en su “metodología”.
Línea 12, una tragedia que pudo evitarse
Según el informe al que tuvo acceso el diario español, los problemas se acumularon y la Línea 12 continuó con su operación, pese a que no estaba en condiciones para seguir con su funcionamiento.
Por lo que, la fase tres del peritaje sobre el accidente en la Línea 12 del Metro hace enfásis en que se generó un desgaste estructural debido a la falta de revisiones periódicas para evaluar el estado de la obra y una ausencia de mantenimiento.
Asimismo, en el informe de DNV señalan que pudo haberse evitado la tragedia en la Línea 12 del Metro, bajo cuatro aspectos capaces de la prevención del desplome del servicio de transporte.
Primero, el diseño, el cual presentó problemas en la construcción de puentes por no adecuarse a los estándares estadounidenses estipulados sobre esta clase de obras, pues no se respetó el diseño original.
Segundo, existió una deficiencia en la certificación de la obra del servicio de transporte, pues no se contempló a un organismo independiente que diera su opinión sobre las características de la construcción. Además, no existió una correcta supervisión del proyecto.
Mientras que el tercer factor señalado por la empresa DNV, dentro de los elementos para evitar un accidente, se encuentra en la instalación correcta de los pernos, algo que ya se había señalado anterioriormente como una de las causas.
Según El País, en el informe de DNV, la ausencia de inspecciones y mantenimiento completan los factores de una tragedia anunciada, pues, desde su construcción en 2012 no hay registro de las inspecciones correspondientes, solo siete años después.
Y finalmente, la empresa DNV señala que la revisión del 2019, no fue un proceso significativo y concluyente, ya que el periodo en el que se llevó a cabo fue reducido, con una muestra que carece de representatividad.
