En el fraccionamiento Vista Horizonte de Tijuana, el viernes pasado el cuerpo de una mujer fue hallado envuelto en una sábana blanca, acompañado por una cartulina con una leyenda que decía: “Esto les va a pasar por andar con maridos ajenos”.
El mensaje, tan doloroso como claro, apuntala la hipótesis de que este crimen debe ser tratado como feminicidio.
La víctima, que aún no ha sido identificada, presentaba evidentes huellas de violencia física. Su vestimenta permanecía intacta, lo que sugiere que la agresión fue intencional y buscaba enviar un mensaje, más que ocultar la identidad o el crimen.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California abrió una carpeta de investigación por feminicidio y ordenó el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo) con el fin de realizar pruebas forenses que permitan determinar la causa de muerte y, eventualmente, identificar a la víctima y a los responsables.
FEMINICIDIO Y MENSAJE OMINOSO
El uso de una cartulina con un mensaje tan explícito y machista, unido a la exposición pública del cuerpo en la vía pública, refleja una clara intención de marcar territorio con violencia de género extrema. Ese elemento, combinado con las condiciones en que fue hallada, refuerza la clasificación del hecho como feminicidio, según lo contempla el marco legal.
PANORAMA EN Baja California Y MÉXICO
En 2024, en Baja California se registraron 214 asesinatos de mujeres, pero solo 32 fueron tipificados como feminicidios: apenas el 13 por ciento de los casos contaron con perspectiva de género. Para inicios de 2025, se reportaba un feminicidio en la entidad hasta el 20 de enero.
En México, los números también son alarmantes: en enero de 2025 se registraron 54 feminicidios, con un promedio diario de 1.7 casos.
En el primer trimestre del año, la cifra se elevó a 162 feminicidios, y para el cierre del segundo trimestre ya sumaban 338 casos. Al cierre de julio, México acumulaba 394 feminicidios en lo que va del año.
Estas cifras contrastan con una preocupante baja en la proporción de investigaciones que realmente se tramitan como feminicidios, dejando fuera a muchas mujeres cuya muerte pudo estar motivada por razones de género.
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URGENCIA DE JUSTICIA Y TRANSFORMACIÓN
Este nuevo caso en Tijuana se inserta en una realidad que demanda no solo justicia, sino transformación institucional y social. La Ley Alina, aprobada en Baja California, es un avance para reconocer la legítima defensa de mujeres frente a violencia de género. Pero queda mucho por hacer: reforzar las investigaciones, garantizar la perspectiva de género y sancionar con firmeza a los perpetradores.
