Con el objetivo de abordar los actuales desafíos y buscar respuestas urgentes, arrancó la Semana Mundial del Agua en la capital de Suecia, que este año se realiza del domingo 25 de agosto al domingo 1 de septiembre.
El evento anual organizado por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (Stockholm International Water Institute, SIWI por sus siglas en inglés), tiene como enfoque “Superar fronteras: agua para un futuro pacífico y sostenible”.
Durante el evento se entregará el Premio del Agua de Estocolmo, considerado el Premio Nobel del Agua y es otorgado desde 1991 por la Real Academia Sueca de Ciencias a personas y organizaciones por sus logros extraordinarios relacionados con el vital líquido.
En ese contexto, el Banco Mundial (BM) dice que la disponibilidad global de agua per cápita ha disminuido 20 por ciento en las últimas dos décadas por la crisis climática, y la UNESCO confirma que cuatro mil millones de personas sufren escasez al menos un mes al año.
La extracción ineficiente, el alto requerimiento agrícola e industrial, el crecimiento de las ciudades y el aumento de habitantes, la falta de tratamiento de las aguas residuales, aunado a las sequías cada vez más severas, repercuten en la disponibilidad y calidad del agua.
Con ese panorama, de los mil 386 billones de hectómetros cúbicos que se calcula hay en el planeta, menos de uno por ciento (0.77 por ciento) es dulce, para consumo humano y los ecosistemas.

Dantesco
En México, de acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en las últimas seis décadas la disponibilidad de agua ha disminuido 68 por ciento, pasando de 10 mil metros cúbicos por persona en 1960, a tres mil 200 en 2024.
Más de 35 millones de mexicanos viven con escasez extrema y arriba de 43 millones tiene disponibilidad baja. Si sigue el aprovechamiento ineficiente del agua, el futuro de México es seriamente amenazado.
La falta de agua acentúa problemas que impactan directamente a la población, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2022, que dio a conocer que 93 por ciento de las viviendas mexicanas tienen acceso a agua entubada.
En ese sentido, los hogares destinan un promedio anual de mil 643 pesos por el servicio; sin embargo, el pago no garantiza un suministro ininterrumpido y de calidad: 33 por ciento de las viviendas con acceso al agua no disfrutan de un suministro diario.
La misma ENIGH sostiene que eso implica la necesidad de incurrir en gastos adicionales, como agua en pipas, la compra de agua embotellada o la instalación de sistemas de purificación.
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México lideró a nivel mundial el consumo de agua embotellada en 2020 con 282 litros por persona, cinco veces más que el promedio global, y la ENIGH 2022 corrobora esa tendencia: los mexicanos gastan al año 28 mil millones de pesos para beber el vital líquido.