La tarde de ayer un grupo del crimen organizado ingresó a un anexo en Irapuato, Guanajuato y terminó con la vida de 24 personas y siete más heridas.
Entre las víctimas mortales del incidente se encuentra Giovanni, un joven que acudió a visitar a sus hermanos y les llevó un refresco.
La señora Rosa Elva Santoyo ahora llora la muerte de sus tres hijos, dos estaban internados en el anexo y uno más había llegado a darles de comer.
“Omar hubiera cumplido un mes, el mayor, el de 39 años; y mi Hugo Cristian salió, cumplió los 4 meses y salió el 16 de junio, pero volvió a recaer en los vicios e hizo ocho días que yo lo regresé a ese lugar; Giovani, él cumplió ahí su proceso de 4 meses, hoy hubiera cumplido cinco meses afuera, mi Giovani le iba a llevar un refresco a sus hermanos y ahí le tocó a mi hijo, también”, comentó la madre de los jóvenes.
Los hijos de Rosa Elva se encontraban en rehabilitación debido a que eran adictos a lasa drogas.
“Se drogan, se drogaban, pues uno como padre quería verlos bien y uno ve cuando un hijo anda mal por eso los metimos”, agregó la mujer.
Aunque piden un castigo justo para los responsables, dicen no confiar en las autoridades.
“Pues estamos tristes, pues que se pongan más al tiro porque, pues no dejaron a nadie, se hacen pendejos, pues yo pediría matarlos también”, (Sic), comentó Erick Regalado, hermano de las víctimas.
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Sus cuerpos serán velados en la colonia Arandas, a dos cuadras del lugar del ataque. En tanto, la Fiscalía ya realiza la investigación correspondiente para esclarecer el hecho.
Con información de Excelsior