A solo un mes de que el gobierno de Cuitláhuac García tomara el control del Acuario de Veracruz, ya han muerto animales en peligro de extinción por negligencia.
Esta crisis de funcionamiento en el acuario se debe principalmente a causa de la baja en el rendimiento del personal.
Un ejemplo muy claro de esta situación es el caso de una ballena piloto que murió en playas de Chachalacas, en Úrsulo Galván.
En situaciones normales, serían especialistas del acuario o de la Universidad Veracruzana atenderían a los animales que queden varados o lesionados.
Pero esta vez llegó nuevo personal del acuario y llegó cuatro horas después de localizado el ejemplar, denunciaron testigos.
Cómo era de esperarse, las autoridades del gobierno de Veracruz negaron que hayan tardado en llegar al llamado y dijeron que murió debido a que estaba herido.
Especialistas en la materia declararon que la burocratización del lugar y el recorte de personal calificado está costando caro.
“Yo entregué un tecolote mochuelo sano y únicamente lo que tenía que hacerse era darle la atención y alimentación. No tenía fracturas, no tenía golpes y eso fue una negligencia por este cambio de administración tan abrupto”, reprochó Sergio Armando González Ramírez, presidente de Earth Mission.
(Con información de Milenio)
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