Una polémica se ha desatado en las redes sociales luego de que se difundiera el caso de una madre y su hijo que fueron echados de una iglesia en el municipio de Mineral de la Reforma, en el estado de Hidalgo, por orden del sacerdote que celebraba la misa.
Según el relato de la mujer, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, el párroco se molestó por los ruidos que hacía su hijo, que estaba un poco inquieto, y les pidió que se retiraran del templo.
La madre reconoció que su hijo no tenía la madurez para guardar silencio, pero consideró que era una actitud normal en un niño y que no merecía ser tratado de esa forma.
La mujer expresó su inconformidad con la actitud del sacerdote y pidió que hubiera una mejor administración y más empatía de los clérigos hacia los fieles católicos.
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El hecho ha generado opiniones encontradas entre los usuarios de las redes sociales, algunos de los cuales apoyan al sacerdote y critican la falta de atención de los padres, mientras que otros defienden el derecho de los niños a asistir a las ceremonias religiosas y cuestionan la intolerancia del clero.
Con información de Milenio