Los sismos registrados hace algunos días responden a movimientos naturales de la falla de Ticul, una formación geológica activa en esa zona del sur de Yucatán.
Aunque causaron inquietud entre habitantes, especialistas sostienen que estos eventos, de baja y mediana magnitud, son parte del comportamiento histórico del subsuelo peninsular.
El doctor Francisco Bautista Zuñiga, investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que existen tres tipos de sismos: los de gran magnitud, los medianos y los microsismos de intensidad muy leve. En el caso de los de gran magnitud, señaló que la Península está fuera del alcance de las fallas geológicas que los generan.
Bautista Zuñiga aclaró que algunos microsismos pueden tener un origen distinto, como “las excavaciones y explosiones en sascaberas utilizadas para la extracción de material pétreo, las cuales en ocasiones se realizan sin la técnica adecuada y pueden provocar vibraciones que afectan viviendas”.
Sobre los movimientos recientes —dos en Muna de 3.7 grados y otro en Ticul de 4.1—, apuntó que lo más probable es que estén asociados directamente con la falla de Ticul. En esa zona existe un lomerío alineado conocido como sierra de Ticul, formado por el desplazamiento de placas tectónicas. Cuando estas estructuras se reacomodan, explicó, se registran los movimientos percibidos en superficie en Yucatán.
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Por su parte, la geóloga de la ENES-Mérida UNAM, Juana Escobar Sánchez, “no es que sean muy comunes, es decir, que se presenten a menudo, pero hay evidencia de que ha sucedido y, seguramente, volverán a suceder, pero son acomodos que llevan, en algunos casos, miles de años”, comentó.
“Ahora nos tocó en Yucatán como generación, pero tal vez a nuestros hijos y nietos no les toque, pero es algo que no podemos saber”, añadió Escobar Sánchez.
La especialista reiteró que los sismos en la Península siempre serán de baja o mediana magnitud. Preguntado sobre si la población debe preocuparse, respondió que lo importante es ocuparse y tomar precauciones, como evitar construir viviendas al pie de las lomas en Ticul y consultar los atlas de riesgo disponibles.
“La evidencia nos muestra que no se van a presentar sismos de gran magnitud en Yucatán, pero es algo que tampoco se puede afirmar de manera contundente, pero hay que tener en cuenta que son sucesos que llevan miles o millones de años”, cerró Escobar Sánchez.
Con información de Yucatán Now.
