Doroteo Eugenio Vázquez, secretario de Seguridad Pública, Movilidad y Protección Civil de Taxco de Alarcón, explicó que los policías municipales no tenían la capacidad de detener a las personas presuntamente vinculadas al caso del secuestro y muerte de Camila. Además, expresó desconocimiento sobre las razones de la demora de otras autoridades en intervenir en este asunto.
“Entonces aquí, pues obviamente desconozco, cada quien asume su responsabilidad”, afirmó el secretario al ser cuestionado sobre la razón por la cual las autoridades no entraron al domicilio de los presuntos responsables.
Vázquez explicó que la policía municipal tenía la responsabilidad de prevenir que las personas presuntamente señaladas por el crimen intentaran escapar, mientras que la investigación y persecución de los delitos correspondía al Ministerio Público y la Fiscalía de Guerrero. Por lo tanto, era tarea de estas autoridades tramitar la orden de aprehensión contra quienes fueron linchados.
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“Como policías preventivos, nuestras funciones están limitadas. Si bien el artículo 21 constitucional establece que la investigación y persecución de los delitos son responsabilidad del Ministerio Público y la Policía Investigadora, ¿qué hizo la Policía Municipal?. Nuestra labor fue evitar que estas personas escaparan”, explicó Vázquez.
Aseguró que para detener a los señalados y poder ingresar al domicilio, necesitaban órdenes de aprehensión y de cateo. Al no contar con dichas órdenes, la situación ya no estaba bajo su control.
“Permanecimos fuera del domicilio, y la molestia de los familiares y de las personas que apoyaban a la familia nos rebasó. Seguimos el protocolo que requiere una orden de aprehensión y de cateo para ingresar a un domicilio, y eso no estaba a nuestro alcance”, añadió.
¿Cómo procedieron las autoridades en el caso Camila?
Doroteo Eugenio Vázquez, secretario de Seguridad Pública de Taxco de Alarcón, describió paso a paso cómo las autoridades municipales tuvieron conocimiento del secuestro y asesinato de Camila y el protocolo que siguieron para atender el caso.
“En el momento en que tuvimos conocimiento de los hechos a través de la visita de la madre de Camila, cuya identidad se reservó, se presentó en nuestras instalaciones de seguridad pública municipal en Taxco de Alarcón, Guerrero. Fue atendida por la compañera Viridiana, quien está en el puesto de mando, para guiarla y que pudiera acudir a la agencia del Ministerio Público y poner en conocimiento los hechos”, describió Vázquez.
El secretario explicó que la madre de la víctima solicitó ayuda para buscar y encontrar a su pequeña Camila el pasado miércoles por la tarde. También pidió localizar a un taxista local presuntamente relacionado con el incidente.
“La madre de Camila explicó brevemente que su hija había salido para pasar tiempo con una vecina alrededor de la una de la tarde. Al no regresar a casa a las cuatro, se alarmó y decidió acudir a nuestras instalaciones en busca de ayuda”, detalló Vázquez.
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Tras atender a la madre de Camila, Vásquez explicó que la autoridad municipal se dio a la tarea de comunicar a las diferentes direcciones a su cargo, como lo es Tránsito, Protección Civil y la Policía Municipal para comenzar la búsqueda del vehículo, para que una vez hallado informarle a la agencia del Ministerio Público.
“Después de localizar el vehículo, la madre de Camila señaló a las personas presuntamente implicadas en un domicilio ubicado en la avenida Plateros. En ese momento, ya había personal de diversas fuerzas de seguridad en el exterior del domicilio, incluyendo Sedena, Guardia Nacional, Policía Estatal y Policía Municipal”, detalló el secretario.
Explicó que este protocolo se llevó a cabo para evitar que las personas presuntamente señaladas evadieran la justicia, asegurando que fueran presentadas ante el Ministerio Público para declarar sobre los hechos de los que se les acusaba.
“Esto explica la demora, ya que el protocolo requería su cumplimiento y los ciudadanos demandaban una respuesta de la autoridad, exigiendo justicia y la detención de las personas presuntamente involucradas para que fueran puestas a disposición”, señaló Vásquez.
El secuestro y asesinato de Camila, una niña de 8 años en Taxco de Alarcón, Guerrero, desencadenó protestas el 28 de marzo pasado y un linchamiento a los presuntos feminicidas, lo que resultó en la muerte de una mujer y dos hombres hospitalizados.
Con información de aristeguinoticias.com
