El cambio climático es la mayor amenaza que enfrenta nuestro planeta. Ya estamos siendo testigos del extraordinario derretimiento de hielo en el Ártico, del aumento del nivel del mar que amenaza a las comunidades costeras y de eventos climáticos más extremos como incendios forestales, tormentas de invierno y ciclones tropicales en todo el mundo.
Ante esto, los manglares actúan como una barrera ante los eventos extremos y el cambio climático, minimizando las posibilidades de que existan consecuencias fatales tras inundaciones, huracanes o tormentas.
Esta protección que los manglares nos brindan también es considerada como una solución basada en la naturaleza para la mitigación del cambio climático.
La gran diversidad contenida en los manglares no solo determina la complejidad ecológica de estos ambientes, sino que también implica que esta biodiversidad es aprovechada por el ser humano y contribuye a su seguridad alimentaria (recursos pesqueros), a la vivienda, a las actividades productivas y a la cultura de las comunidades que viven junto a ellos.
Tal vez te gustaría leer: Denuncia empresario la muerte de los manglares de la zona norte de Cozumel a causa del cárcamo de San Miguelito
Por otra parte, México posee una de las mayores extensiones de manglar en el mundo y en Quintana Roo existen cuatro tipos de manglar, el manglar blanco, negro, rojo y botoncillo. Estos sirven de refugio contra las condiciones climáticas extremas y de hogar de numerosas especies como los son los crustáceos, mamíferos y aves.
En Quintana Roo son un ecosistema protegido que se pueden apreciar en varias playas de Cancún, como lo son el Bulevar Kukulcán y Punta Nizuc.
Los manglares también actúan como una forma de defensa costera natural contra marejadas, tsunamis, el aumento del nivel del mar y la erosión.
Con información de: Twitter, Natural Press y Fundación Aquae