Las mujeres policías de Campeche que fueron enviadas a “controlar” el motín en el penal de Kobén, relatan todo lo vivido. Fueron llevadas a ese lugar sin protocolo de por medio, sin equipo y fueron usadas prácticamente como carne de cañón.
Les tocaron los senos, les bajaron los pantalones, les gritaban que las iban a violar, les arrojaron orines. Son algunas de las cosas que vivieron estas mujeres en el penal de Kobén.
“No teníamos nada con qué protegernos; (nos gritaban) las voy a violar, a algunas las manosearon, les tocaron lo que son los senos, a otra le bajaron el pantalón, a mí que me reciben ya con palazos, me reciben con tubazos; me empiezan a patear”, comienzan relatando algunas de las mujeres policías afectadas. Incluso había una lluvia de piedras que no dejaban de caer.
“Yo soy de las que ingresó en el primer bloque, detrás de todos los compañeros que iban con un equipo antimotín; al momento de ingresar a la galera los compañeros que llevan el equipo se fueron a otro lado y a nosotras nos mandaron a otra galera completamente desprotegidas, no llevamos nada. Al momento que se empieza a armar la trifulca empiezan a aventar piedras a los costados de nosotros es que salen los reos de la galera; empiezan a con machetes, con palos, ya tenían piedras y punzones entre sus propias piernas enredados y grita una compañera ‘salgan, porque aquí nos van a matar’ y empezamos a gritar”, detalló una de las mujeres policías.
Llamaban a los custodios, pero no había nadie. “Y salimos corriendo de un lugar como lodoso, apestoso, era mierda. A mí me aventaron una cubeta con orines”, agregan otras uniformadas.
Dicen que el caos era tal, que los propios compañeros y compañeras iban aplastando a otros policías pues todos buscaban desesperadamente salir. Y por lo mismo hubo quienes se lesionaron al momento de levantar a varias compañeras.
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Incluso las policías relatan que los reos gritaban que las iban a violar y les decían a los uniformados que les dejaran a las mujeres porque se las iban a “coger”. A algunas de las uniformadas sí les alcanzaron a tocar de los senos o las nalgas y las bajaron los pantalones.
Por todo lo anterior ex que estas mujeres policías, que sintieron que estuvieron a punto de morir, exigen la destitución de Marcela Muñóz y de la gobernadora Layda Sansores, por haberlas enviado a un motón sin equipo y desprotegidas.
Con información de Imagen TV y Ciro Gómez Leyva.