Daniel Robles finalmente pudo registrarse en el Servicio de Administración Tributaria SAT en Jalisco, luego de que su historia se hizo viral porque no le permitían utilizar su firma electrónica.
Daniel, quien sufre de parálisis cerebral y no puede mover sus extremidades para firmar, se le había negado la posibilidad de ser un contribuyente pues personal del SAT le había asegurado que no tenían forma de saber si él era una persona real y capaz.
“La verdad, lo que pasó en el SAT me afectó mucho en lo personal. Llegué a mi casa. Escribí el hilo para desahogarme y compartirlo con alguien y después me acosté a dormir tratando de olvidarme del asunto”.
El joven explicó que después de contar su caso en redes y que se volviera viral, lo contactó lo contactó José Miguel Ricaño Hernández, coordinador nacional de Administraciones Desconcentradas de Servicios al Contribuyente, para darle seguimiento y solución.
Y así sin necesidad de un tutor o que otra persona se hiciera responsable, con su firma electrónica el joven pudo convertirse en contribuyente.
La historia de Daniel
El joven que sufre de una parálisis cerebral, explicó que todo iba bien durante el proceso en el organismo hasta que llegaron al momento de solicitar su firma.
“Llegué al modulo de atención. La persona que me atendió fue siempre muy amable y me explicó muy bien mis opciones…”, contó a través de su cuenta de Twitter Daniel. “Sin embargo, tuvo que llamar a su coordinador para saber si procedía que yo obtuviera mi firma electrónica”, agregó.
Esto debido a que Daniel tiene una parálisis cerebral que le dificulta sus funciones motoras, por lo que requiere una tableta para comunicarse. Sin embargo, la respuesta del SAT estaba lejos de ser la más empática pues ante esta situación, aseguraron que a simple “no podían saber si él era una persona”.
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Cabe destacar que ante todo, Daniel quiso cumplir con su responsabilidad como contribuyente a lo que el SAT le ofreció dos alternativas lejos de su firma digital:
- Presentar un dictamen médico de CAPACIDAD
- Que su mamá consiga un dictamen de INCAPACIDAD y ella firme como tutora.
“Yo sé que es un hecho que siempre requeriré ayuda física. Pero me gustaría ser reconocido legalmente como una persona capaz de tomar decisiones y adquirir responsabilidades. Y ahora no sé qué hacer”, expresó.
Finalmente, el joven agradeció que el organismo permita que personas como él puedan hacer valer sus derechos y responsabilidades como cualquier otra persona.
Con información de Sin Embargo