Este fenómeno ocurre normalmente, como resultado de un proceso fortuito, una o dos veces cada 100 años.
Se sabe que dentro de un futuro inmediato pueden producirse erupciones volcánicas globales, un fenómeno natural capaz de alterar el clima en todo el planeta, advierte el vulcanólogo Iván Kulakov, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia, en entrevista con Kommersant.
Este tipo de erupciones son capaces de percibirse en los rincones más alejados de la Tierra. Por ejemplo, pueden provocar cambios climáticos de tal magnitud como para hacer que en un determinado lugar caiga nieve en verano.
“Desde el punto de vista de la actividad volcánica, vivimos en un periodo asombrosamente tranquilo. Normalmente las erupciones globales ocurren una o dos veces en 100 años, pero en los siglos XX y XXI no se han producido”, explica el científico.
Añadió que esta prolongada pausa se traduce en una probabilidad cada vez más alta de que suceda el fenómeno de manera inminente.
La última erupción global fue la del volcán de Krakatoa (Indonesia), que tuvo lugar en 1883. Como consecuencia, los habitantes de Europa llegaron a observar ocasos de aspecto “absolutamente psicodélico“, algo que quedó plasmado en numerosas pinturas de aquel tiempo, asegura Kulakov.
Consecuencias: frío y penumbra
En el caso del Tambora, su magnitud fue tal que el estrépito se escuchó a unos 2.500 kilómetros de distancia, al tiempo que la gigantesca nube de ceniza expulsada de su interior sumió en la oscuridad un área de 600 kilómetros de radio, provocando en rededor lo que se conoce como “un año sin verano”, relata el experto a RT.
Para finalizar expresó que actualmente no existe ningún indicio de que una erupción volcánica global pueda o no ocurrir de un día para otro, lo cual depende de “un proceso fortuito“, señala Kulakov.
“Simplemente, hemos tenido suerte de que no hayamos sufrido erupciones tan grandes desde hace tiempo”, concluye el vulcanólogo.