Rusia enfrenta una serie de dificultades desde que dio inicio su invasión contra Ucrania. No solo ha enfrentado el rechazo y críticas de varios gobiernos y ciudadanos. Ahora además enfrenta una crisis económica causada por un bloqueo económico que ha derivado en que muchas de las grandes marcas internacionales se han ido del país.
A partir de 2 de marzo, una interminable lista de marcas se han ido de Rusia. Son las más grandes empresas de rubros como servicios financieros, tecnología, entretenimiento, redes sociales, fabricantes de automóviles, de aviones, ligas y organizaciones deportivas, entre otras.
La lista es muy extensa: Adidas, Adobe, Amazon, Apple, Audi, la BBC, BMW, Cadillac, el Festival de Cannes, Chevrolet, Coca-Cola, Danone, Dell, DHL. Disney, Dropbox, EA, Ericsson, EuroVision, ExxonMobil, Fórmula 1, Facebook, FedEx, Ford, General Motors, Google, Harley Davidson, HP, Instagram, Intel, Jaguar, Land Rover, Lenovo, LinkedIn, MasterCard, Mercedes-Benz, Microsoft, Mitsubishi, Nestlé, Netflix, NHL, Nike, Nokia, Nintendo.

Además OnlyFans, Paramount, PayPal, Play Station, PornHub, Porsche, Renault, Samsung, Scania, Shell, Snapchat, Sony, Spotify, TikTok, Toyota, Twitter, UEFA, Universal, USP, Visa, Volkswagen, Volvo, Warner Bros, YouTube, Zoom; estas marcas también se van de Rusia.
Esto significa que los rusos no podrán ingresar a ver el contenido de las redes sociales que se han ido del país; tampoco podrán adquirir los autos de las marcas que dejan el mercado; incluso no podrán hacer uso de sus tarjetas de crédito o débito que usen los sistemas de Visa o MasterCard. Tampoco ver el contenido de ligas como la de hockey, o ver pelíciulas en Disney Plus o Netflix.
Tampoco podrán enviar paquetes por las principales mensajerías ni comprar por Amazon. No podrán comprar computadoras o algunos de sus programas y componentes; ni siquiera ver videos en Youtube o incluso entrar a sitios porno.
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Estas son solo algunas de las marcas que se han ido de Rusia y se espera que si el conflicto armado y la invasión a Ucrania continúan, otras empresas se sumen a este boicot.
Lo malo es que si bien buscan debilitar al gobierno de Vladimir Putin y a la economía de esa nación, la realidad es que quienes sufren las verdaderas consecuencias son los ciudadanos rusos, muchos de los cuales ni siquiera están de acuerdo con esta guerra y con la invasión a Ucrania.
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