Un cohete chino, identificado como ZC5B, se descontroló al regresar a la atmósfera terrestre, lo que ocasionó que una de sus partes impactara en el océano Atlántico, pues el resto se desintegró en “el camino” a la Tierra.
De acuerdo con el Escuadrón de Control Espacial (SCPS, en inglés) de la Fuerza Aérea estadounidense, el cohete fue lanzado al espacio el 5 de mayo, y su reingreso a la atmósfera ocurrió a las 15:33 horas del pasado lunes 11 de mayo.
El proyectil, denominado “Larga Marcha 5B” en la nomenclatura oficial china, puso en órbita una cápsula de prueba para tripulaciones,similar a la nave espacial Dragon desarrollada por Space X de Estados Unidos.
Los expertos estimaron que la mayor parte del cohete se incineró al entrar a la atmósfera, sin embargo es posible que algunas partes hayan llegado a la superficie terrestre pasando por territorios muy urbanizados.
El CZ5B, de 17.5 toneladas, era más grande que la estación espacial china Tiangong-1 que también cayó a la atmósfera en 2018, y su masa era alrededor del 20 por ciento de la del laboratorio espacial estadounidense Skylab, que se precipitó a tierra en 1979 cerca de Perth (Australia).
De acuerdo con Mileno, los expertos militares y espaciales del sector privado estuvieron todo el tiempo a la expectativa de la ruta de los objetos espaciales artificiales sobre su destino final, pues por su gran masa y trayectoria extensa de caída era un peligro.
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“Nunca había visto un reingreso tan grande que pasara directamente por encima de tantas áreas urbanas grandes”, escribió en un mensaje de Twiter el astrónomo Jonathan McDowell, del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica.