El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo este sábado que estaba en marcha un golpe de Estado “contra un gobierno democráticamente electo” y convocó a un diálogo con los partidos que obtuvieron asambleístas en las recientes elecciones.
En medio de la crisis política y social por la que atraviesa Bolivia luego de las elecciones del pasado 20 octubre, cuestionadas por la oposición y la ciudadanía por un supuesto fraude, el presidente Morales convocó a una rueda de prensa en la que denunció lo que llamó un “golpe de Estado”.
“Quiero denunciar al pueblo boliviano y al mundo entero que está en marcha un golpe de Estado… un golpe de Estado contra un gobierno democráticamente electo con más del 60% en las últimas elecciones… Un golpe de Estado contra los movimientos sociales, trabajadores, contra profesionales patriotas, humildes indígenas… Un golpe por grupos violentos, por grupos antidemocráticos que no respetan la democracia, no respetan los resultados de las últimas elecciones nacionales ni la paz social”, dijo.
¿Por qué los bolivianos denuncian un fraude?
Evo Morales, en el poder desde hace 13 años, se presentó para un cuarto mandato, pese a que esa posibilidad fue rechazada en un referéndum popular de 2016.
En la noche de la votación, con el 84% de los votos escrutados, Morales lideraba el conteo con un 45,28% frente al 38,16% de su principal oponente, el socialdemócrata Carlos Mesa.
Sorpresivamente el escrutinio provisorio fue detenido por el Tribunal Electoral. Al día siguiente las cifras habían cambiado y Morales ya alcanzaba casi los 10 puntos necesarios para ganar en primera vuelta.
Mesa denunció “fraude” y comenzó una ola de protestas. En varias regiones estallaron incidentes violentos, que incluyeron incendios y choques entre partidarios y detractores de Evo.
El viernes 25, tras los resultados finales, Morales es declarado oficialmente ganador con el 47,08% de los votos frente a 36,51% de Mesa.
La oposición, la Unión Europea, Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA), Colombia y Argentina demandaron un balotaje.
Bolivia lleva 17 días de conflictos violentos
Luego de 17 días de conflicto, movilizaciones y marchas, un paro indefinido nacional, el cierre de fronteras y luego de la muerte de 3 ciudadanos y de 346 heridos a nivel nacional, según el defensor del pueblo, la Unidad Táctica de Operaciones, UTOP, del departamento de Cochabamba, se amotinó el viernes en su guarnición.
Ayer la policía se plegó al reclamo, lo que implica un serio revés para el gobierno de Evo.
Morales convocó a la oposición a negociar una salida, pero los dirigentes rivales se niegan y reclaman la convocatoria a nuevas elecciones.
Con información de Clarín