La ofensiva que emprendió Hamás el sábado pasado no solo tomó por sorpresa a Israel, sino a expertos que no veían en este grupo islamista esa capacidad de organización y de ataque, pero que además se preguntan: ¿de dónde está sacando dinero y armas como para desafiar al poderoso ejército israelí?
Parte de la evidencia apunta a que la organización paramilitar ha estado desarrollando internamente parte de su arsenal. Según resumió un estudio del Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén publicado en agosto de 2021, “Hamás ahora está fabricando una gran parte de sus propias armas; ampliando su investigación, desarrollando drones y vehículos submarinos no tripulados, participando en la guerra cibernética y precipitándose al reemplazo de cohetes no guiados por drones y misiles de precisión guiados por GPS”.
De hecho, un alto funcionario de Hamás basado en Líbano proporcionó detalles sobre la fabricación local de armas en una entrevista con el canal de noticias en árabe de Russia Today, RTArabic, el domingo.
“Tenemos fábricas locales para todo, para cohetes con alcances de 250 km, de 160 km, de 80 km y de 10 km. Tenemos fábricas para morteros y sus proyectiles… Tenemos fábricas para Kalashnikovs y sus balas. Estamos fabricando las balas con permiso de los rusos. Lo estamos construyendo en Gaza”, indicó Ali Baraka, jefe de Relaciones Nacionales en el Extranjero de Hamás.
Sin embargo, los expertos no descartan el rol de Irán. “Lo vemos en el volumen de proyectiles que Hamás puede disparar, en la intensidad de esos disparos y en la coordinación entre ellos, lo cual es mayor de lo que hemos visto en el pasado”, dijo al diario francés Le Monde Ian Willams, director adjunto del proyecto antimisiles en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington.
Aunque los gobiernos de Israel y Estados Unidos aún no han encontrado un papel directo de la República Islámica en los ataques del fin de semana pasado, los expertos señalan que Teherán ha sido durante mucho tiempo el principal respaldo militar de Hamás, contrabandeando armas hacia la Franja de Gaza a través de túneles transfronterizos clandestinos o barcos que han evadido el bloqueo del Mediterráneo.
“La infraestructura de túneles de Hamás sigue siendo masiva a pesar de los constantes intentos de Israel y Egipto de degradarla”, aseguró a CNN Bilal Saab, director del Programa de Defensa y Seguridad del Middle East Institute (MEI) en Washington.
Para elementos más grandes, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, una rama del ejército iraní que responde directamente al líder supremo del país, ha estado proporcionando entrenamiento en armas a ingenieros de Hamás durante casi dos décadas, explicó al medio estadounidense Charles Lister, también del MEI.
“Años de acceso a sistemas más avanzados han proporcionado a los ingenieros de Hamás el conocimiento necesario para mejorar significativamente su capacidad de producción interna”, indicó. “Los ingenieros de cohetes y misiles de Hamás son parte de la red regional de Irán, por lo que el entrenamiento y el intercambio frecuente en Irán son parte integral de los esfuerzos de Irán para profesionalizar sus fuerzas proxy en la región”, añadió Lister.
Pero la forma en que Hamás obtiene las materias primas para esas armas autóctonas también muestra la ingeniosidad del grupo. Gaza no tiene la industria pesada que sustentaría la producción de armas en la mayoría del mundo: sus principales industrias son textiles, procesamiento de alimentos y muebles, según la CIA.
Sin embargo, entre sus principales exportaciones se encuentra el hierro viejo, que puede proporcionar material para fabricar armas en la red de túneles bajo el enclave. Y en muchos casos, ese metal proviene de enfrentamientos destructivos anteriores, según escribió Ahmed Fouad Alkhatib en el Fikra Forum del Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente en 2021.
Cuando la infraestructura de Gaza era destruida en ataques aéreos israelíes, lo que quedaba, como láminas y vigas de metal y cables eléctricos, marchaba hacia los talleres de armas de Hamás, emergiendo como tubos de cohetes u otros dispositivos explosivos, explicó el experto.
El reciclaje de municiones israelíes sin detonar para su material explosivo y otras partes también se suma a la cadena de suministro de Hamás, agregó.
¿Y el dinero?
Para poder armarse y atacar, se necesitan recursos. Como entidad terrorista designada, Hamás está desconectada de la asistencia oficial que proporcionan los Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a la Organización para la Liberación de Palestina en Cisjordania, señala el Consejo de Relaciones Exteriores, con sede en Nueva York. Además, Egipto e Israel cerraron en gran medida sus fronteras con Gaza en 2006-07, restringiendo el movimiento de bienes y personas dentro y fuera del territorio, golpeando duramente a la economía de este pequeño enclave y obligando a más de un millón de palestinos a depender de la ayuda internacional.
Israel ha permitido a Qatar proporcionar cientos de millones de dólares en asistencia a través de Hamás. La ayuda extranjera generalmente llega a Gaza a través de la Autoridad Nacional Palestina y las agencias de la ONU.
Sin embargo, hoy en día, Irán es uno de los mayores benefactores de Hamás, contribuyendo, además de con armas y entrenamiento, también con fondos. La República Islámica proporciona actualmente unos 100 millones de dólares al año a Hamás, la Jihad Islámica Palestina y otros grupos palestinos designados como organizaciones terroristas por Occidente, apuntó el think tank estadounidense.
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Turquía ha sido otro firme partidario de Hamás, y un crítico de Israel, desde que el presidente Recep Tayyip Erdogan llegó al poder en 2002. Aunque Ankara insiste en que solo apoya al grupo políticamente, se le ha acusado de financiar el terrorismo de Hamás, incluso a través de la ayuda desviada de la Agencia de Cooperación y Coordinación Turca.
Mientras tanto, las Brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamás, se han beneficiado de una ola de donaciones en criptomonedas, especialmente después del conflicto de 2021, reportó The Wall Street Journal.
El año pasado, tres grupos militantes, Hamás, la Jihad Islámica y Hezbollah, recibieron en conjunto más de 130 millones de dólares a través de criptomonedas, según una revisión de órdenes de incautación del gobierno israelí e informes de análisis de blockchain.
(Con información de www.eluniversal.com.mx)