Un hombre tailandés se cortó el pene con un par de tijeras durante un aterrador episodio psicótico inducido por 2 gramos de cannabis, lo equivalente a 6 porros.

Antes de su autoamputación, el hombre había dejado de consumir marihuana durante tres meses después de haber sido un consumidor frecuente durante dos años. 

Dos horas después de fumar la droga por primera vez luego de ese tiempo, comenzó a tener una erección dolorosa que no estaba relacionada con ningún estímulo sexual, lo que puede ser un posible efecto secundario de fumar cannabis.

Durante su alucinación, el hombre se volvió paranoico porque la cabeza de su pene parecía ‘distorsionada’ mientras se examinaba a sí mismo para identificar la fuente del dolor.

Amputa su pene para dejar de sentir dolor

En un intento por erradicar el problema, decidió utilizar unas tijeras para ‘recortar’ la piel de su pene antes de amputarlo por completo, dejando un muñón de dos centímetros y una laceración de 5 centímetros en el escroto.

Increíblemente, esperó dos horas antes de buscar la atención médica en la ciudad de Chiang Mai, luego de que la hemorragia no se detuviera. Los médicos consideraron volver a unir el pene del hombre, pero se descubrió que era demasiado frágil y estaba contaminado con hormigas.

Y la psicosis fue tan intensa que experimentó alucinaciones visuales y auditivas durante unas dos semanas durante su recuperación.

Al detallar el caso, el doctor Theerapon Tangsuwanaruk dijo que los médicos consideraron implantar el pene amputado. Sin embargo, dijo que el miembro del hombre estaba demasiado dañado y que existía un posible riesgo de infección para que esto siguiera adelante.

“El pene distal se consideró demasiado sucio y frágil para la reconstrucción“, dijo. “La parte distal amputada del pene estaba contaminada con hormigas y tenía venas dorsales frágiles”, explicó con detalles.

Después de la cirugía para limpiar la herida y detener el sangrado, el hombre fue entrevistado por un psiquiatra. Los análisis de orina realizados al hombre confirmaron la presencia de THC, el químico psicoactivo del cannabis.

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El psiquiatra descubrió que el hombre sufría alucinaciones tanto visuales como auditivas, como ver sombras moviéndose y escuchar ruidos de animales como el canto de los pájaros y el zumbido de los insectos.

Después de una internación de dos semanas en el hospital, pudo orinar mientras estaba sentado e informó que las alucinaciones habían cesado.

Han habido alrededor de 100 casos de psicosis inducida por sustancias que resultaron en automutilación genital en los últimos 20 años.

(Con información de: Clarín)

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