Reino Unido.- Uno de los últimos deseos de Becky Aspinall fue adelantar la celebración de Navidad para este fin de semana y poder pasarla con su hijo antes de perder la conciencia y morir en Oxton.
Hace 13 años, cuando Becky estaba embarazada de su hijo Alfie, fue diagnosticada con la enfemedad de Huntington, una afección que le impide a las partes del cerebro funcionar correctamente con el paso del tiempo.
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Con el pasar de los meses, Becky ha tenido un fuerte deterioro y hoy día recibe cuidados paliativos, pues es imposible para ella caminar o comer.
Aunque no se sabe cuándo la mujer deje este mundo, los médicos no creen que pase de las festividades de fin de año.
Con información de Noticias Caracol
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