Las autoridades locales han cerrado dos populares playas de Sídney, Gordons Bay y Coogee, tras el hallazgo de miles de bolas negras de alquitrán del tamaño de una pelota de golf. El alcalde del distrito de Randwick, Dylan Parker, anunció que las playas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso mientras se investiga el origen y la composición del material.
Parker explicó en una publicación de Instagram que, aunque aún no se ha determinado la naturaleza exacta de las bolas, podrían ser alquitrán formado por la interacción del petróleo con escombros y agua, generalmente como resultado de derrames o filtraciones de petróleo. Los funcionarios están inspeccionando las playas afectadas y retirando los residuos encontrados.
El ayuntamiento de Randwick está colaborando estrechamente con la Autoridad de Protección Ambiental de Nueva Gales del Sur para desarrollar un método seguro de limpieza y eliminación de los residuos. Las misteriosas bolas negras fueron descubiertas inicialmente el martes en Coogee y posteriormente en Gordons Bay.
Un barco de la Autoridad Portuaria está trabajando para recoger las bolas antes de que lleguen a la arena, mientras que los equipos de limpieza en tierra utilizan palas y guantes para retirar los residuos.
El ayuntamiento también está tratando de determinar la cantidad y el origen del material, sospechando de un posible derrame de petróleo. Los resultados preliminares de las pruebas indican que el material es un contaminante a base de hidrocarburos, consistente con la composición de las bolas de alquitrán.
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La Sociedad para la Conservación Marítima de Australia ha expresado su preocupación por el impacto de estos residuos en la fauna marina, advirtiendo que animales como tortugas y ballenas jorobadas podrían verse afectados si ingieren las bolas de alquitrán.
La organización señaló que incluso pequeñas cantidades de alquitrán pueden alterar las cadenas alimentarias marinas, afectando a todo, desde el plancton hasta los depredadores más grandes.
Con información de La Vanguardia